Vitoria. Una de las puntas de lanza del Plan de Movilidad del Ayuntamiento vitoriano son las supermanzanas, las arterias que se reservarán a la circulación del tráfico rodado para dejar libres el resto de calles, una reforma que va a traer acarreados cambios también en la distribución y volumen de la contaminación acústica en la ciudad. Según la empresa encargada del estudio presentado ayer en el Consistorio, los vecinos de los edificios que den directamente a esas supermanzanas sufrirán un mayor nivel de ruido para que el resto de vitorianos vea reducido el nivel medio de contaminación acústica de la capital alavesa. Para mitigar las molestias en esas calles, Navas apostó por reducir la velocidad máxima de 50 a 30 kilómetros por hora, una medida que por sí misma contribuiría de forma relevante a reducir el nivel de ruido.