WASHINGTON. Los registros recién desclasificados revelan que meses antes de los ataques terroristas, la unidad de la CIA dedicada a la búsqueda del líder de la red terrorista Al-Qaeda, Osama bin Laden, se quejó en abril de 2000 de que no tenía presupuesto suficiente.

Ya antes de los atentados Bin Laden era motivo de preocupación para los servicios de inteligencia estadounidenses, tras los ataques perpetrados en las embajadas de EEUU en Kenia y Tanzania en 1998 y la CIA había recibido informes de su intención de atacar EEUU.

El documento indica que "debido a limitaciones de presupuesto" la unidad dedicada al seguimiento de Bin Laden del centro antiterrorista de la CIA "tendrá que pasar de una postura ofensiva a defensiva", dejando ver que en vez de nuevos planes tendrían que hacer lo posible con los recursos asignados.

El Archivo Nacional de Seguridad es una institución no gubernamental sin fines de lucro que recoge, analiza y desclasifica documentos de diversos organismos del Gobierno de Estados Unidos a través de la Ley de Libertad de Información.

Los documentos, que van desde 1992 hasta 2004, contienen detalles de los antecedentes de la planificación de los atentados por parte Al-Qaeda de los atentados; la relación entre Al-Qaeda y Pakistán y los orígenes del programa Predator, de ataque con misiles de aviones espía, en plena vigencia en Afganistán, Pakistán e Irán.

La colección incluye correos electrónicos de la CIA -algo poco habitual-, cables de inteligencia, los resúmenes informativos con material de alto nivel e informes sobre antiterrorismo.

Algunos de los documentos desclasificados, con algunas partes todavía ocultas, están citados en las notas del informe publicado en 2004 de la Comisión creada por el Congreso para investigar el mayor ataque terrorista en suelo estadounidense, en el que murieron cerca de 3.000 personas en Nueva York, Pensilvania y Virginia.

Los documentos revelan la meticulosidad de la trama de Al-Qaeda contra EEUU, como un informe de diciembre de 1998, que recibió el propio presidente, en el que explican que al-Qaeda había evadido con éxito la seguridad en un aeropuerto de Nueva York en una prueba de un plan de Bin Laden plan para secuestrar un avión de EEUU.

Los informes analíticos de la CIA también aportan consideraciones relevantes sobre la evolución de las estrategias políticas de Al-Qaeda.

"En nuestra opinión, los secuestradores fueron cuidadosamente seleccionados con miras a su valor operativo y político", indican. Por ejemplo, destacan el gran número de ciudadanos saudíes: "lo más probable es que sean elegidos no sólo por la facilidad con que los ciudadanos saudíes pueden obtener visas de EEUU, sino también porque Bin Laden podría enviar un mensaje a la familia real saudita".

Varios documentos revelan también que los servicios de inteligencia habían observado los vínculos de Al-Qaeda con Pakistán antes del 11-S. "El Ejército Islámico de Osama (Bin Laden) considera el área de Pakistán/Afganistán una región", advierten en 1997.

"Tanto Pakistán como Afganistán sirven como una base regional y centro de formación para las actividades de apoyo del Ejército Islámico y los insurgentes islámicos en Tayikistán, la región de Cachemira y Chechenia", agrega.

Ya en el año 2000, otro documento de marzo apunta a las intenciones de miembros de las milicias de Bin Laden en Pakistán: "supuestamente planean atacar el avión del presidente -entonces el demócrata Bill Clinton- con misiles si visita Pakistán".

Al igual que en el informe de la Comisión -que concluyó que había indicios suficientes para evitar los ataques, pero "un muro burocrático" impidió que la CIA y el FBI pusieran en común las informaciones de las que disponían- los documentos recogen repetidas advertencias de la CIA de las intenciones de Bin Laden.

"Un ataque de Osama bin Laden contra los intereses de Estados Unidos puede ocurrir en cualquier momento o en cualquier lugar. Es poco probable que la CIA tenga aviso previo sobre el tiempo o lugar", apunta otro documento de agosto de 1999.