Donostia. ¿Se arrepiente el PNV de haber pactado con Bildu?
Nunca hay que arrepentirse de mantener una actitud que permita llegar a acuerdos y lograr consensos. En política lo más fácil es recurrir directamente al enfrentamiento, pero es algo que la ciudadanía no admite y castiga. La responsabilidad de un partido político es llegar a acuerdos en la medida de lo posible y el PNV tendió la mano a Bildu para llegar a un consenso en el plazo de seis meses. En toda esta trayectoria, Bildu no ha tenido la más mínima voluntad para llegar a acuerdos. Además, ha intentado eliminar el protagonismo y la capacidad política y jurídica de las Juntas Generales al decir que su nuevo plan de residuos no es una modificación, sino un desarrollo del plan vigente. Eso es un insulto a la inteligencia de la ciudadanía y al PNV porque cambia el 50% de las infraestructuras previstas en el Plan Integral de Gestión de los Residuos Urbanos de Gipuzkoa (PIGRUG) y elimina la incineradora.
Las reacciones no han tardado en llegar, tras saber que el PNV activaría la moción de censura. El PSE lo considera un “paso”, pero opina que llega tarde. ¿Han tardado demasiado?
Nuestra respuesta responde a una traición de Bildu en el acuerdo de presupuestos de 2012. Nos dimos un plazo y Bildu asumió el compromiso de traer el debate de las basuras a las Juntas Generales para que la decisión final se adoptara en esta cámara. Sin embargo, tal y como se ha confirmado en la Comisión de Medio Ambiente de esta semana, Bildu ha incumplido su palabra y nosotros hemos dado por roto el acuerdo. Los tiempos los marca el acuerdo. El PNV nunca rompe su palabra.
Arriola ha ido más allá de la moción de censura planteando la posibilidad de que el PNV, el PSE y el PP se hagan con la Diputación. ¿Estarían dispuestos a llegar a ese extremo?
La actitud del PSE y del PP no es nueva, nos la plantearon tras las elecciones. Pero nosotros no activaremos un cambio de gobierno en la Diputación. Lo que hemos hecho es dar respuesta al incumplimiento que ha cometido Bildu en la cuestión de residuos. Políticamente era relevante dar una respuesta de un modo personalizado en el diputado Alduntzin porque creemos que es el responsable político de haber hurtado el debate y la decisión de los residuos a las Juntas Generales.
El diputado general, Martin Garitano, achaca la moción de censura a un frente anti-Bildu. ¿Es así?
Eso es totalmente falso y lo podemos demostrar porque dimos pie a la aprobación de los presupuestos. Éramos muy conscientes que la aprobación de los primeros presupuestos de la legislatura era una cuestión de primer orden político y se lo permitimos a cambio de compromisos en el ámbito de los residuos y la economía. Nunca hubiésemos firmado el acuerdo presupuestario sin esos compromisos. Además, en un momento tan importante como en la aprobación de los presupuestos, mantuvimos una actitud flexible y logramos un acuerdo que ellos han incumplido. La actitud que ha tenido el PNV nunca se podría catalogar en un frente anti-Bildu. Martin Garitano es diputado general porque nosotros nos negamos categóricamente a una alianza anti-Bildu.
Garitano todavía ve posible llegar a acuerdos con la oposición. ¿Y usted?
Me parece absurdo que el diputado general diga que todavía hay plazo porque, hasta la fecha, no se han sentado con nosotros para solucionar el problema de los residuos. Han establecido toda una estrategia para imponer la paralización de la incineradora y no han tenido voluntad de llegar a acuerdos con la oposición. No tiene sentido que quieran hacer ahora lo que no han hecho en seis meses.
Entonces, ¿descarta cualquier posibilidad para que se desactive la moción de censura?
No veo ninguna posibilidad porque están empecinados en llevar a cabo su estrategia en contra de la voluntad de las Juntas Generales, hurtando la competencia de esta cámara. Prevemos que en la moción de censura se hará efectiva en la primera quincena de julio.
Es la primera vez que se plantea una medida tan extrema contra un diputado de Gipuzkoa. ¿Les ha costado tomar la decisión?
La agresión de Bildu a estas Juntas Generales tampoco tiene precedentes y esa actitud merecía una respuesta política contundente. Es una respuesta acorde con la agresión y el fraude que ha cometido Bildu para con las Juntas Generales y el resto de la ciudadanía.
¿Cree que la sociedad comprenderá la decisión que han tomado?
La sociedad de Gipuzkoa es muy consciente de la actitud impositiva de Bildu. En multitud de municipios ha impuesto el puerta a puerta vía Pleno, hurtando el debate a la ciudadanía. Y en pueblos comoZarautz,Bergara, Ormaiztegi y Zumaia, prácticamente la mitad del censo se ha posicionado en contra firmando en contra del sistema. En toda Gipuzkoa existe una reacción en contra de la imposición de Bildu y, por eso, creo que entenderán la decisión que hemos tomado.
¿Qué pasará si el siguiente diputado de Medio Ambiente continúa por la misma línea que Alduntzin?
Si Bildu no modifica su actitud seguiremos en un escenario de conflicto. En cualquier caso, esperamos llegar a un punto de inflexión porque para Bildu sería un error estratégico de primer orden empecinarse en un problema puntual como son las basuras, cuando el contexto económico y social es de emergencia. La moción de censura es una oportunidad para que Bildu reconduzca el problema.
¿No aceptarán bajo ningún concepto el plan de residuos que propone la Diputación?
No lo aceptaremos porque no plantea un sistema integral. Habla de maximizar el reciclaje y el compostaje y propone empaquetar y embalar la fracción resto para colocarlo en depósitos controlados. Eso supone preparar esos espacios como vertederos. Nos estamos arriesgando que se abran nuevos vertederos en todas las comarcas de Gipuzkoa.
¿No ve nada positivo en ese plan?
Marcarse objetivos ambiciosos en el reciclaje nos acerca a Europa, pero no hay que olvidar que los países que más reciclan incineran la fracción resto. Ambos sistemas van de la mano en los países más avanzados. Bildu, con los nuevos vertederos, nos aboca al modelo de los países menos avanzados.
¿Descarta la posibilidad de que se construya la incineradora?
En ningún caso puedo descartar la construcción de una infraestructura que está confirmada democráticamente por mayoría en las Juntas Generales, el órgano depositario de la soberanía de la ciudadanía.
Bildu le reprocha contradecirse por comprometerse, en 2007, a respetar la decisión de las mancomunidades en materia de residuos y ahora colocar la pelota sobre el tejado de las Juntas Generales. ¿Qué ha cambiado en estos cinco años?
Descontextualizan una frase que dije en 2007 para atacarme, pero olvidan que con posterioridad a esa entrevista, en 2008, se aprobó la norma foral que planifica los residuos de Gipuzkoa. Esta norma introduce un antes y un después porque fija la competencia en las Juntas Generales. A partir de ese momento, todos tenemos que cumplir esa normativa.
¿Qué debe hacer Bildu para recuperar la confianza del PNV?
Esperamos que la moción de censura suponga un punto de inflexión porque, si Bildu sigue con esa actitud de contumacia, la legislatura se le hará muy larga. Le corresponde cambiar y de ello dependerán las decisiones que vaya a tomar el PNV.
Egibar avanzó que la moción de censura iría acompañada de otras iniciativas políticas. ¿Entrarán en el Consorcio de Residuos?
Nuestro objetivo es que Bildu reconduzca el problema y lleve a la práctica la planificación que se decida por mayoría en las Juntas Generales. No estoy en condiciones de adelantar nada, pero en este momento, la mayoría de las mancomunidades defiende el mismo modelo que la Diputación y eso podría cambiar si se activara la oposición en San Marcos y si Txingudi entrara en el Consorcio.
¿Cómo se desactivará el problema de los residuos? ¿Ante qué escenario nos encontraremos en un año?
Todo dependerá de la actitud de Bildu; de si continúa con esa estrategia de fraude e imposición, o si asume su situación de minoría y transforma su estrategia en aras de lograr un acuerdo. Sabe que si tiene una actitud abierta puede llegar a acuerdos con la oposición: con nosotros lo hizo para aprobar los presupuestos; con el PSE, en fiscalidad; y con el PP, para activar la ponencia de peajes. Será Bildu la que decida en qué escenario nos encontramos dentro de un año.