¿Cuándo oyeron hablar en Kuartango por primera vez del proyecto?
Esto es antiguo. Fue en 2009 cuando el Gobierno central nos pide información urbanística para cinco de los 16 pozos. Simplemente lo titulan información urbanística para pozos de extracción de hidrocarburos, no hablan de fractura hidráulica. Se les contesta remitiéndoles las normas subsidiarias de Kuartango, que son duras, prohiben todo aquello que conlleva la alteración del suelo. En enero de 2011 fue la primera vez que como tal se nos pide la consulta de impacto ambiental; nos piden información para el pozo Enara 3 y 4. El 4 está fuera del término municipal, justo detrás del aeropuerto, y contestamos a Enara 3, el que está en la Red Natura 2000 y el único ante el que la autoridad ambiental decreta finalmente que se haga expediente de impacto ambiental. Nos mandan una memoria ambiental, pero nunca hablan de fractura hidráulica. De todos modos el Ayuntamiento contesta que obligatoriamente, tanto en fase de exploración como de explotación, se necesitaba expediente de impacto ambiental y se les recuerda que las normas urbanísticas de Kuartango no autorizan la instalación de ningún pozo. Fue en febrero de este año cuando nos mandan lo mismo para el pozo Enara 7, el más cercano a Zuazo. Además con un error, porque se habla de explotación, y no de exploración. El Ayuntamiento contesta exactamente lo mismo porque tenemos un medio natural bastante bien conservado y lo teníamos muy claro, así que decidimos dar un paso adelante. Lo primero fue aprobar una moción en la que poníamos énfasis en el tema del fracking, pero amparados en las normas subsidiarias, que son nuestra defensa jurídica. En el grupo del PNV teníamos muy claro que había que actuar bajo el principio de precaución, que es una norma legal que está en los tratados de Maastrich y Niza. Estamos en un momento en el que los científicos no se ponen de acuerdo, y en estos casos los políticos lo que tenemos que hacer es guiarnos por la precaución y no hacer ninguna burrada que no nos permita dar luego marcha atrás. Empezamos dando información pública, apoyamos a la plataforma Fracking Ez Araba y aprobamos la declaración de Kuartango como municipio libre de fracking. Creamos también una plataforma en Kuartango independiente del Ayuntamiento, porque no queríamos que la rutina política rompiera la unión de un grupo donde hay gente con muy diferentes sombreros políticos que quiere defender su tierra y su manera de vivir.
¿Qué contactos han mantenido con el Gobierno Vasco? En las jornadas de Villa Suso usted les reprochó el trato recibido.
En Villa Suso dejé claro que esta gente no sabe lo que es la licencia social. La licencia social no la da ninguna Administración, no está escrita en ningún papel, pero es lo más importante para una empresa que se va a dedicar a la extracción de hidrocarburos, y aquí no les ha interesado tenerla. El Ayuntamiento de Kuartango, donde van cinco de los dieciséis pozos de exploración es como mínimo parte interesada en el procedimiento. El Gobierno Vasco, oficialmente, no se ha puesto en contacto con nosotros ni de manera oral, ni escrita ni por señales de humo. No nos han dicho nada de nada. Nos ha sorprendido, porque el EVE siempre ha tenido buena relación con los ayuntamientos, ha sido un referente. Mi primera información del tema fue cuando el lehendakari se fue a Texas, y entonces lo de Araba Saudita sonaba hasta bien, pero como no se ha querido sacar la licencia social en el pueblo se ha generado una falta de legitimación del Gobierno Vasco, una falta de confianza, y una absoluta falta de credibilidad. Por eso, nos digan lo que nos digan, llega un momento en que no sabes que creer. Si el Gobierno Vasco tiene tan claro que los pozos son seguros, lo que tenían que haber hecho es expedientes de impacto ambiental conjunto, ver todas las sinergias que se pueden dar. Lo que no se puede hacer es hablar de millones de euros, gas para sesenta años y obviar totalmente el tema medioambiental. Yo no puedo permitir que mi pueblo sea un banco de pruebas, sé que vivimos en una sociedad de riesgo y que muchas veces hay que tomar decisiones arriesgadas, pero cuando puede llegar a ser incontrolable, cuando no haya posibilidad de dar marcha atrás, es cuando hay que parar.
¿Que le sugieren las declaraciones del viceconsejero de Industria, Xabier Garmendia, sobre que hasta dentro de tres años no habrá una decisión sobre el 'fracking'?
Es más de lo mismo, esto no cambia absolutamente nada, han vestido de nuevo el muñeco. Todos sabíamos que la exploración va a durar dos o tres años, así que hasta dentro de tres, cuatro o cinco años no se va a hacer nada. También ven que vienen las elecciones.
¿La oposición de los técnicos de medio ambiente de Vitoria y su capacidad de demorar el proyecto ha podido tener que ver en ese anuncio del Gobierno Vasco?
Jorge Letamendia siempre ha dicho que las licencias son regladas, si cumples te la tienen que dar, es como si vas a instalar un barracón en el jardín, si cumples las condiciones te lo tienen que permitir les guste el vecino o no. Lo que pasa es que Vitoria tiene la posibilidad de aplicar el principio de precaución. No me quiero meter en otro Ayuntamiento, pero yo lo aplicaría a través de las normas subsidiarias. Luego los jueces decidirán lo que tengan que decidir. Creo que hay elementos como para defendernos legalmente.
La maraña administrativa que se está creando en torno al 'fracking' parece considerable, habida cuenta de lo compleja que es la legislación medioambiental.
Aquí estamos bajo la ley del Estado, pero también está el Parlamento Vasco y otras instituciones porque Shesa participa en el proyecto. En La Rioja y en Cantabria no pasa esto. Es fundamental que haya una empresa pública en este asunto, controlada por el Parlamento, pero aún así la maraña legal es considerable. Tenemos la Ley de Energía, la legislación medioambiental del Estado y la comunidad, y todo eso puede alargar mucho los plazos si vamos a contenciosos administrativos. Por lo tanto, creo que estamos muy lejos de que se pueda hacer el fracking en Álava. Yo estoy preocupado, pero soy muy optimista, creo que esto se va a parar.
No ya como alcalde de Kuartango, sino como miembro de la plataforma anti 'fracking' del municipio, ¿ha mantenido contactos con movimientos similares en otras comunidades?
Yo participo en la plataforma de una forma secundaria, porque cualquier presencia mía puede identificarse como un movimiento partidista y no quiero que sea así. En todo caso, sí hay contactos, sobre todo con Cantabria. En todo el Estado se empezó a hablar de fracking a través de la asociación de Cabezón de la Sal, ellos empezaron a dar información sobre el tema. Creo que todo esto va a ser un movimiento general, pero tiene más repercusión en las zonas rurales que en las urbanas. En Álava todo empezó en la Cuadrilla de Añana, con alcaldes, por cierto, del PNV, pero en Vitoria todavía hay que explicar qué es esto. No digo ya los que trabajamos en Bilbao qué saben de fracking allí, y en Gipuzkoa están más preocupados por las basuras que por otra cosa. La fractura hidráulica por desgracia sólo está afectando a la población rural de Álava, que es la que puede ver cambiar su vida. Y no sólo por los aditivos, está también la pérdida de terrenos de cultivo, de nuestros sistemas de comunicaciones, las plataformas que se pueden hacer o el paso de camiones. Kuartango, en concreto, no tiene gasoducto, así que el gas hay que llevarlo en camiones de gran tonelaje, me gustaría que el gasteiztarra se imaginara camiones de gran tonelaje pasando continuamente por su calle. Qué va a pasar con las personas mayores, niños, y encima en un ambiente rural como el de Kuartango. Además, yo no se si tienen muy claro dónde van a hacer fracking, porque no se pueden meter camiones de gran tonelaje por puentes que aguantan siete toneladas. Se apela además al argumento de que en algún lugar hay que hacerlo, el famoso NIMBY, Not in my back yard (no en el patio de mi casa). En Kuartango tenemos el parque eólico de Badaia, lo primero que veo por las mañanas es el molino, tenemos una autopista que atraviesa el valle y lo destroza visualmente, tenemos una vía férrea que no da ningún servicio y por donde pasa todo el sistema de mercancías del puerto de Bilbao, creo que nadie nos puede decir que no aportamos nuestro territorio y seguridad al bien común.