CÓRDOBA. Mientras, la acusación particular en este caso se muestra convencida de que "si los niños están en la finca los vamos a encontrar", según ha manifestado a los periodistas la abogada de la madre, María del Reposo Carrero, quien cree que "es muy pronto para hacer un análisis" sobre los trabajos, a lo que agrega que para la madre de los niños, Ruth Ortiz, "estos días están siendo muy difíciles".

Por su parte, el abogado del padre de los niños --único procesado en la causa-- ha asegurado que su cliente está "bien", tras su llegada este martes a la finca de Las Quemadillas, propiedad de los abuelos paternos de Ruth y José.

En este sentido, el letrado ha explicado a los periodistas que el primer día de búsqueda transcurrió "muy bien" en el interior de la finca, en la que el padre de los niños, José Bretón, procesado por presuntos delitos de detención ilegal en la modalidad cualificada de menores y con la agravante de parentesco, y de simulación de delito, estuvo con sus hijos antes de denunciar su supuesta desaparición el 8 de octubre de 2011.

En este lugar, la Policía Nacional ha buscado en numerosas ocasiones, todas ellas sin resultados, si bien esta vez se emplea maquinaria pesada y otros medios sofisticados. Así, los trabajos de este martes han comenzado pasadas las 8,00 horas y en estos momentos han parado por unas horas las labores de rastreo que se centran en excavaciones en terrenos de la parcela y zonas aledañas, con el uso de una máquina excavadora y un georradar.

Igualmente, aparte de los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), participan miembros del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas de Policía, especializado en detectar zulos, entre otras materias; una máquina excavadora; técnicos de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes de la Universidad de Córdoba y operarios del Ayuntamiento de Córdoba.

A todo este dispositivo se une en las afueras de la finca, un amplio despliegue con unidades policiales, además de numerosos periodistas y algunas personas con pancartas con las fotos de Ruth y José.

ANOMALÍAS EN LA FINCA

En esta segunda jornada consecutiva también está presente Bretón, después de que su mujer, Ruth Ortiz, advirtiera este lunes al juez José Luis Rodríguez Lainz sobre tres anomalías en la parcela, donde se encuentra una casa de dos plantas construida por el propio padre de los niños.

En concreto, en los trabajos de este lunes han estado la madre de los pequeños, el hermano de Ruth Ortiz, Estanislao, que vivió en la parcela durante un tiempo, así como los abuelos paternos de los niños y el padre acompañado de su abogado.

Cabe destacar que, según recoge el auto de procesamiento, el progenitor llegó a las 13,46 a la finca acompañado por sus dos hijos y no salió hasta las 17,30 horas. Durante ese espacio de tiempo, a juicio del juez, Bretón aprovechó para realizar el plan que supuestamente ideó desde hacía casi un mes, después de que su mujer decidiera finalizar la relación matrimonial.

Mientras, en el último auto, el juez relata que "si lo que pretendía el encartado era causar el mayor mal posible a su esposa en despecho por la que consideraba humillante ruptura de la relación matrimonial, es evidente que la solución que menos problemas podría acarrearle era la de matar a sus dos hijos y hacerlos desaparecer; contando como contaba de un amplio margen de tiempo para organizar un pequeño habitáculo para dar cabida a lo que no eran sino dos pequeños bultos con un peso no muy superior a los 30 kilos en total".

No obstante, en dicha parcela ya se ha rastreado otras veces en numerosas ocasiones, en algunas de ellas se llegaron a tirar tabiques del interior, e igualmente se ha buscado en los alrededores de la finca. Aún así, la opción de la parcela y el habitáculo se impone al escaso margen de tiempo del que gozó Bretón en su traslado a Las Quemadillas a mediodía del 8 de octubre o en su posterior desplazamiento de allí al Parque Cruz Conde, según razona el togado en su escrito.