Vitoria. Las carreteras alavesas serán un poco más seguras a partir del próximo mes de octubre. Y es que la Diputación pondrá en marcha hasta setenta actuaciones para mejorar la situación de la red viaria del territorio. Un cúmulo de iniciativas que se desarrollarán desde el próximo mes de julio y hasta octubre para hacer algo más que un lavado de cara a la provincia.
Tampoco mucho más porque la situación económica ha dejado al Departamento de Obras Públicas y Transportes, que dirige Marta Ruiz de Infante, con un peso en el Presupuesto general foral del 9%, gracias a los poco más de 39 millones de euros destinados a su cartera. Y esta situación, evidentemente, ha llevado a hacer encaje de bolillos a la diputada. Hasta tal punto que la partida foral para la conservación de la red viaria alavesa se ha visto recortada en un 5%. A pesar de ello, el ajuste de las ofertas realizadas por las empresas adjudicatarias también ha permitido acometer alguna acción más de las posibles en otros tiempos.
Así las cosas, las principales medidas se referirán a cuatro líneas generales y supondrán un desembolso para las arcas forales de en torno a los 1,1 millones de euros. Los primeros trabajos se iniciarán el próximo mes dentro del contrato de medidas preventivas y paliativas para este ejercicio. Entre ellas, destacan las obras acometidas en seis tramos de concentración de accidentes. De esta forma, se tratará de mejorar la actual situación de estos puntos negros a través del refuerzo y la adecuación de la señalización actualmente instalada, la mejora del balizamiento y las defensas y la implantación de medidas de moderación de velocidad.
Los lugares en los que se abordarán estas modificaciones serán en dos puntos de la N-622 que une Vitoria con Altube, en el punto kilométrico 36+900 de la A-2122, en la A-3102 a la altura del puerto de Zaldiaran, en la A-3002 en Durana y en la A-3302 cerca de Asteguieta. Un total de 7,5 kilómetros de la provincia que figuran en los mapas de mayor siniestralidad del territorio.
otros tramos peligrosos No serán las únicas intervenciones de este tipo. Y es que los técnicos de la Diputación también han identificado otros tramos peligrosos sobre los que se actuará para prevenir accidentes. En inicio, alrededor de media docena que se encuentran en continua revisión y que afectan a puntos como la A-4102 en Zumelzu, la A-3632 en Llodio, la mejora de la intersección entre la A-2122 y la A-4323, la protección de cartelería en la N-104 y A-3108, la mejora de la visibilidad en el enlace de Opakua y la protección de obras en Ilarduia.
Asimismo, también se aplicarán una serie de actuaciones en travesías y tramos urbanos que, de momento, se ciñen a una docena de localidades. Así, se intentará la reducción de la velocidad en diversos tramos con un paquete de varias iniciativas. De esta forma, se llevará a cabo el refuerzo y la adecuación de la señalización a través de la colocación de algunas informativas de radar o luminosas y de un grupo de acciones orientadas a moderar la velocidad, con la reducción de la misma en ciertos tramos o la disposición de advertencias del uso de acciones preventivas para los usuarios. Éstas se realizarán, de momento, en las travesías de Yécora, Oion, Barambio, Artziniega, Puentelarrá, Mijancas, Ocio, Mendarozketa, Izarra, Orbiso y Erentxun. También se contempla la instalación de dos pases de mediana móvil en la A-1 y de señalización de gálibo en algunos puentes.
Por último, el Departamento de Obras Públicas también actuará a partir de septiembre en 27.700 metros cuadrados de casi una veintena de tramos de las redes prioritarias dentro del proyecto de rehabilitación y reposición de la capa de rodadura.