Vitoria. Los bicipolis vuelven a patrullar la ciudad. Desde ayer y hasta el 30 de septiembre, dos agentes de la Policía Local vitoriana vigilarán las zonas peatonales, bicicarriles, piscinas municipales, Anillo Verde y balsas de Salburua con un objetivo que sobresale por encima de los demás; evitar los robos de bicicletas, que se incrementan en la ciudad al mismo ritmo que crece el número de estos vehículos sostenibles.

Eso sí, los agentes también velarán porque los ciclistas cumplan con las normas básicas de seguridad, como el uso del casco, el timbre y la iluminación, o el cumplimiento del precepto un usuario, una bicicleta. Los agentes no permitirán que se transporten pasajeros en el manillar ni demás prácticas de esa índole, y tan sólo los niños que viajen en las sillitas específicas podrán circular como paquete en una bicicleta.

Los bicipolis, una figura instaurada en la ciudad en 2004 y que desde entonces ha patrullado durante los meses de verano de forma ininterrumpida, vigilarán las seis zonas en que se ha dividido la ciudad de 6.00 horas a 22.00 horas, y su presencia, además de velar por la seguridad y evitar delitos, persigue también ofrecer una imagen de sostenibilidad de la capital verde europea.

En cualquier caso, la persecución de los robos bicicletas será la prioridad y así, tal y como explicó la concejala de Seguridad Ciudadana, Marian Castellanos, se prestará especial atención a los exteriores de las piscinas de Gamarra y Mendizorroza, tradicional punto de desaparición de estos vehículos. Además, entre semana la presencia de los agentes será más manifiesta en zonas como el Ensanche, la Florida, San Martín, el parque del Prado y la Senda. El fin de semana los agentes se trasladarán al Anillo Verde y a las balsas de Salburua. Entre las labores de los policías también estará la de favorecer la convivencia entre ciclistas, peatones y conductores de vehículos a motor.