Vitoria. La crisis ha llegado al sector de las residencias de la tercera edad, que ven cómo muchas familias sacan a sus familiares de estos recursos asistenciales porque no pueden pagarlos, según explicó ayer la diputada alavesa de Servicios Sociales, Marta Alaña, en una comparecencia en las Juntas Generales. Ésta, entre otras razones, justifica la reducción de la lista de espera para ingresar en residencias del territorio que se viene registrando, una lista en la que en la actualidad hay inscritas 115 personas, frente a las 147 del pasado mes de marzo y a las 173 de enero de 2011.
Alaña señaló además que, gracias al programa de reasignación de recursos, 222 demandantes de un total de 337 ya se encuentran ingresados en un centro subvencionados por la Diputación foral.
Además de las penurias económicas que acucian a amplias capas de la sociedad, el "ligero" descenso en la lista de espera "puede estar motivado por la red de recursos de apoyo que favorecen la estancia de los mayores en sus casas y los centros de día", señaló Alaña.
La diputada añadió que la institución está implementado tres medidas dirigidas a mejorar la rapidez en la asignación de vacantes. Por un lado está la creación de la "lista de tolerancia familiar", en la que hay inscritas 98 personas divididas en dos grupos. El primero, de 43 personas, contempla a quienes solicitaron plaza pero, una vez se les llamó, mostraron su intención de no incorporarse en ese momento. El otro, con 45 usuarios, corresponde a los mayores que se encuentran en centros privados y que perciben ayudas de la Diputación, a las que se comunica que cuentan con plaza en una residencia foral y no aceptan el cambio.
La segunda medida supone la reducción de 28 a 12 días del tiempo que se tarda en cubrir una vacante mediante el nuevo sistema de preasignación. La tercera medida está dirigida a "evitar rechazos injustificados" de plazas públicas. La Diputación, dijo Alaña, no va admitir que quienes rechacen la asignación de una plaza pública permanezcan en lista de espera cuando esta plaza sea en su municipio. "Hasta que no me toque Txagorritxu no voy", dijo la diputada para ejemplificar las conductas que se quieren evitar.