Vitoria. Las pérdidas ocasionadas por la autopista AP-1, la Vitoria-Eibar, se habrían aminorado en 520.038,05 euros si Gipuzkoa hubiera terminado las obras en su tramo cuando correspondía, el 1 de enero de 2008. Así lo han concluido los técnicos del Departamento de Obras Públicas y Transporte tras realizar un estudio estimativo encargado por las Juntas Generales, a petición de PP y PSE, y que ayer presentó en el Legislativo alavés la diputada del ramo, Alicia Ruiz de Infante.
La titular de Obras Públicas aclaro que el estudio ha tirado por lo bajo, "hemos sido prudentes", dijo, a la hora de estimar el perjuicio económico que supuso no abrir la autopista al completo hasta el 22 de mayo de 2009, año y medio más tarde de lo previsto. Los técnicos creen que de haber estado operativa la vía el 1 de enero de 2008, en lugar de haber cerrado ese ejercicio con 2,760 millones de pérdidas la hemorragia se habría detenido en los 2,614 millones de euros. El 2009, por su parte, se cerró con 2,996 millones de euros de pérdidas, que de haber cobrado peajes durante todo el año se habrían reducido hasta los 2,623 millones. La suma de esas dos estimaciones da el medio millón de euros que ahora Ruiz de Infante deberá reclamar a la Diputación guipuzcoana, en cumplimiento de la enmienda transaccional aprobada por PP y PSE el pasado 23 de abril.
Ruiz de Infante, en todo caso, afirmó a este diario tras su comparecencia en las Juntas que su interlocución con Gipuzkoa no pasará tanto por plantear una exigencia como de contrastar los datos de unos y otros y tratar de llegar a un acuerdo. De hecho, cabe la posibilidad de que el territorio vecino reclame por los problemas que causó la roca en territorio alavés durante la construcción del túnel de Arlabán, una circunstancia que no se ha producido pero que apuntó el juntero del PNV y antecesor en el cargo de Ruiz de Infante, Luis Zarrabeitia.
Además, en el palacio foral de Donostia ya saben de la "inquietud" que a este respecto existe en Álava, pues la diputada mantuvo una reunión con sus homólogos hace varios meses en la que les trasladó "verbalmente" que iba a poner encima de la mesa una cantidad económica concreta, entonces aún por determinar.
Álava tratará de así de aminorar el enorme coste que le ha supuesto construir, pagar y mantener una autopista que está lejos de ser utilizada a pleno rendimiento, y para cuya amortización se han adoptado diferentes medidas. Al margen de hacer cuentas con el territorio histórico de Gipuzkoa, todo el dinero que se cobra en los peajes alaveses pasa inmediatamente a una cuenta corriente de alto rendimiento que en teoría deja réditos anuales a la Diputación foral.
También se intentó sacar a concurso, sin éxito, la estación de servicio de Miñano y, por otro lado, la diputada Ruiz de Infante anunció ayer que va a renegociar el contrato suscrito entre la institución foral y Bidelan, la empresa guipuzcoana que se encarga de la conservación y explotación de la autopista. "Queremos mejorar el contrato y aminorar los costes lo más posible", avanzó.