el trabajo se acumula en las consultas gasteiztarras de Alergología. Con el paso de los años, el número de pacientes que son alérgicos a más de un polen se ha multiplicado en el territorio, una realidad que constatan numerosos profesionales y que Juan Díez Melgosa, especialista de la Clínica la Esperanza, ratifica. "Aquí, lo más habitual antes era que la gente sólo tuviera alergia a un polen, sobre todo al de las gramíneas. Pero ahora los hay a dos o incluso tres", certifica el especialista. Actualmente, además, las alergias se presentan en pacientes cada vez más jóvenes y mayores, algo impensable hace sólo unos años. Los llamados polisensibilizados, antes más habituales en los territorios del sur del Estado, pueden sufrir un verdadero calvario si no están bien diagnosticados y, por poner un ejemplo, sufrir los síntomas durante medio año. Esto se daría en el caso de ser alérgicos tanto a las gramíneas, cuyo apogeo se vive entre mayo y julio, pero también al ciprés -su época crítica es de enero a marzo- y al plátano de sobra -de marzo a mayo-. "Polen en la primavera, sí, pero fuera, también", remarca en este sentido Díez Melgosa.

El especialista se detiene en este aspecto porque mucha gente relacionan directamente las alergias con la primavera, cuando no es así exactamente. "Muchas personas que tienen problemas bronquiales y nasales de enero a abril no sospechan que sea debido a una alergia", advierte Melgosa, por lo que llegan a confundir estos síntomas con los de otras patologías. Por ello, el especialista insiste en que los pacientes que tengan algún síntoma recurrente que pueda encajar con los derivados de las alergias al polen acudan cuanto antes a su médico de cabecera. Sobre todo si son asmáticos, el grupo que puede encontrarse con más problemas. Un tercio de los alérgicos al polen tiene asma, un binomio que mal tratado "puede derivar en un ingreso en Urgencias e incluso la hospitalización", según advierte el doctor Melgosa.

El diagnóstico de la alergia se lleva a cabo en la mayor parte de los casos a través de unos pequeños pinchazos cutáneos "escasamente molestos", mediante los que se introduce en el organismo diferentes alérgenos. La reacción confirma la presencia de la alergia. En algunos casos, si existen dudas, se recurre también a los análisis de sangre. Uno de los hándicaps más importantes de las alergias es que no puede prevenirse su aparición, sólo dar consejos e información para que cuando sean detectadas "se gestionen bien". El factor genético es el más determinante para precipitar una alergia.