Vitoria. Los casos de violencia de género registrados en suelo alavés entre enero y abril de 2012 representan ya un incremento del 22,6% con respecto al mismo periodo del año anterior. Los datos ofrecidos por el Departamento vasco de Interior no dejan lugar a dudas: el problema de las agresiones machistas está arraigado en la sociedad y supondrá un gran esfuerzo erradicarlo. También es cierto que la ciudadanía está cada vez más concienciada con este tipo de violencia y la denuncia con mayor convencimiento, lo cual hace que afloren muchos casos en los que antes se miraba hacia otro lado. El goteo de ataques es constante. En Álava, la media mensual de agresiones machistas supera los 54 casos. En enero de 2012 se contabilizaron 66, lo cual supuso un incremento del 34,69% con respecto al año anterior. A medida que se acumularon los casos la tasa de aumento frente a 2011 se ajustó hasta el 22,6%.
Mes a mes, se constata que las agresiones que se denuncian con mayor frecuencia dentro del territorio son las ejercidas por la pareja o la expareja. Nada menos que 57 casos en enero, 33 en febrero, 44 en marzo y 40 en abril, lo que significa un total de 174 casos. Dentro de este capítulo, los ataques han aumentado un 24,29% con respecto a 2011 en lo que va de año. El segundo apartado más preocupante es el correspondiente a las agresiones de hombres a mujeres ejercidas dentro del ámbito familiar. La suma, 33 ataques, constituyen un crecimiento del 17,86% frente al año anterior. Los delitos contra la libertad sexual, que incluyen aquellos tipificados en el Código Penal y cometidos por autores de fuera del ámbito familiar, resultan especialmente graves y dramáticos para las víctimas. Álava registró un caso en enero, dos en febrero, seis en marzo y uno en abril. Una decena en total frente a los 9 que se contabilizaron en los cuatro primeros meses de 2011.
Aún con todo, el territorio se encuentra muy por detrás de Bizkaia y Gipuzkoa. En Álava ha acumulado 217 agresiones en lo que va de año, mientras que en Gipuzkoa se han dado ya 507 casos y en Bizkaia 810. Lo positivo del caso vizcaíno es que su tasa de ataques se ha recortado en un 9,4%, mientras que en Gipuzkoa se ha dado un incremento del 11,4%.
El pasado mayo, el Gobierno Vasco llevó a cabo un estudio en torno a la percepción de la ciudadanía sobre la violencia ejercida contra las mujeres. Un 82% de los consultados consideró que esta lacra representa un problema social de primera magnitud. Dos de cada tres personas manifestaron, además, su convicción de que las agresiones han aumentado a lo largo de los últimos años.
Curiosamente, frente a un hipotético caso de violación, un 7,8% de los encuestados reconocieron que no harían nada en absoluto por miedo, por entender que no es asunto suyo o por no saber qué hacer. Un 47,1% socorrería a la víctima y le aconsejaría que denunciara lo sucedido, otro 49,6% llamaría a la Policía y el 29% restante asegura que se enfrentaría al agresor. El porcentaje de ciudadanos que no reaccionarían se eleva hasta el 11,9% en el supuesto de encontrarse ante gritos e indicios de pelea entre los miembros de una pareja que reside en una vivienda contigua a la suya.