No quiso el cielo respetar ayer las celebraciones que se habían programado para la jornada y llovió a mares. Pero esto no fue suficiente para que los patinadores alaveses, que celebraban su ya tradicional marcha urbana por la ciudad, abandonaran su idea de convertirse en una marea verde en favor de un modelo sostenible de transporte.
Así las cosas, aunque la climatología sí arredró a algunos de los 300 rollers previstos para la cita, cerca de 200 se calzaron las ruedas y se deslizaron hasta el centro cívico El Boulevard, donde la asociación Gaubela desplegó su plan B enfundado en camisetas verdes a juego con la Green Capital. "No era lo que preveíamos pero siempre tenemos preparada una alternativa. La fiesta está yendo bastante bien, lo único malo ha sido el tiempo", comentaba el portavoz del colectivo organizador, Javier Nieto, mientras observaba los distintos puntos de entretenimiento en que se convirtió la primera planta del silo. Y es que mientras los más expertos competían en un entretenido partido de hockey, otros perfeccionaban su técnica en circuitos con conos y los más noveles pugnaban por no caerse en unos cursos de iniciación.
Una matinal que se desarrolló con algún culetón y más de una risa y que continuó con una comida de hermanamiento en Gamarra. Y es que hasta la cita vitoriana acudieron incluso patinadores de La Rioja, Burgos o San Sebastián. Todos unidos por un reto claro. "Buscamos promocionar el patinaje en Vitoria como medio de transporte sostenible, darnos a conocer como asociación y relacionarnos con otros", explicaba Nieto.
eventos suspendidos Y eso contra viento y marea. Porque lo cierto es que esta edición el programa que incluía un paseo de 14 kilómetros para descubrir la ciudad sobre patines, además de dos paseos para conocer el Anillo Verde y los parques urbanos, no se pudo concretar. Eso sí, la disco-roller celebrada el viernes en la discoteca Cool no entendió de inclemencias meteorológicas y se llenó de Travoltas sobre patines danzando sobre la pista para erigirse de nuevo en todo un éxito.
Porque el fenómeno del patinaje suma cada vez más adeptos como lo demuestran los 252 socios con los que Gaubela ya cuenta entre sus filas. Es por ello, que desde el colectivo reclaman una mayor consideración. "Intentamos entrar a formar parte de las decisiones que se toman en movilidad sostenible. Que se piense en nosotros, igual que se tiene en cuenta a la bicicleta", reclaman.
Asimismo, la jornada sirvió para reivindicar algunas mejoras en las vías para los patinadores. Entre otras, una mayor red de carriles bici en la ciudad y también el acondicionamiento del firme de los mismos a las necesidades de los rollers, evitando rugosidades. "Esperamos que esta ciudad sea cada vez más green y se convierta en un modelo para el resto de España", comentó Nieto. De momento, ellos siguen demostrando que con un modo de transporte sostenible todo marcha sobre ruedas.