El portavoz vaticano, Federico Lombardi, informó hoy que el 11 de mayo Benetton hizo público un comunicado en el que reconocía "su pesar por haber herido la sensibilidad de Su Santidad Benedicto XVI y los creyentes, aseguraba que todas las fotos del papa las había retirado de los circuitos comerciales y se comprometía a no usar en el futuro una imagen del papa sin la autorización de la Santa Sede".

Lombardi recordó que el 11 de noviembre de 2011, el grupo Benetton sorprendió con una campaña publicitaria en la que presentaba un fotomontaje "provocador" con la imagen del papa besándose con el imán de la mezquita Al-Azhar de El Cairo, Ahmed Mohamed el-Tayeb.

El jesuita señaló que una de esas fotos, a tamaño gigante, fue colgada en el puente del monumental Castel Sant'Angelo de Roma, a pocos pasos del Vaticano, y que ese mismo día la Santa Sede hizo pública "una dura declaración" y anunció que estudiaba emprender medidas legales contra Benetton para proteger la figura del papa.

Lombardi manifestó que el comunicado del pasado viernes de Benetton es fruto de un acuerdo entre los abogados de la Santa Sede, Giorgio Assumna y Marcello Mustilli, y los del grupo Benetton.

"El grupo Benetton reconoce públicamente haber herido la sensibilidad de los creyentes, reconoce que la imagen del papa tiene que ser respetada y sólo puede usarse previa autorización de la Santa Sede", precisó Lombardi.

El portavoz añadió que la Santa Sede no ha pedido compensaciones de tipo económico, "pero ha querido lograr el resarcimiento moral que supone el reconocimiento del abuso cumplido y reafirmar su voluntad de defender, incluso con medios legales, la figura del papa". En vez de un resarcimiento económico, el Vaticano pidió "y ha logrado del grupo Benetton" que este realice un acto de caridad, "limitado, pero efectivo", con alguna actividad caritativa de la Iglesia.

"Se cierra así, también desde el punto de vista legal, un episodio muy desagradable que no debería haber ocurrido, pero del que se espera obtener una lección de debido respeto por la imagen del papa -como por la de cualquier otra persona- y por la sensibilidad de los fieles", subrayó Lombardi.

La campaña publicitaria que desató las iras del Vaticano contra Benetton, firma de moda caracterizada por sus polémicos anuncios, llevaba por título "Unhate" (lo que podría traducirse por "Contra el odio"), nombre que adopta una fundación creada para combatir la cultura del odio, según dijeron aquellos días los responsables del grupo textil.

El papa Benedicto XVI no era el único que aparecía en los fotomontajes, donde pudo verse, entre otros, al presidente estadounidense, Barack Obama, besarse con el mandatario venezolano, Hugo Chávez, y al jefe de Estado francés, Nicolás Sarkozy, hacer lo propio con la canciller alemana, Ángela Merkel.

También aparecían el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, besándose en la boca con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás. Tras desatarse el escándalo, Benetton retiró el fotomontaje del papa.