Vitoria. En tiempos de crisis los recelos contra el colectivo inmigrante se disparan y las opiniones negativas se multiplican. La sociedad vasca no es inmune a estas tendencias, tal y como queda constatado en la última encuesta publicada por el Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno Vasco. Las conclusiones extraidas de este sondeo, realizado este mismo mes, suponen un duro varapalo a la imagen de las mujeres inmigrantes, grupo en torno al cual se planteaban las preguntas. Los consultados, mayoritariamente, señalaron que se aprovechan del sistema público de protección, que desestabilizan la economía local y que obtienen más de lo que aportan.
Los datos que sustentan este informe resultan elocuentes. Un 58% de los encuestados está muy o bastante de acuerdo con que las mujeres inmigrantes se benefician excesivamente del sistema de protección social. Sólo el 23% rechaza esta afirmación. El 45% estima que, en términos económicos, reciben más de lo que aportan a la sociedad vasca, extremo con lo que el 25% está en desacuerdo. Las opiniones negativas no concluyen en este punto. Un 42% está en desacuerdo o muy en desacuerdo con la idea de que las inmigrantes contribuyen a mejorar la economía de Euskadi, creencia que sí es apoyada por un 30%. Tampoco quedan en buen lugar cuando se plantea si la llegada de mujeres extranjeras garantiza la conciliación doméstica y laboral de las vascas, idea que es rechazada por el 44% y abrazada por 30% de los consultados.
Aspectos positivos Pero no todas las conclusiones del sondeo resultan tan duras. Tras la de cal, llega la de arena cuando se pregunta si la afluencia de mujeres inmigrantes permite cubrir puestos de trabajo que no se cubren de otra forma. El 43% está muy de acuerdo con el planteamiento y el 34% en contra.
La cuestión demográfica, eterna asignatura pendiente en Euskadi, inclina la balanza del lado de las mujeres foráneas. Al plantear que si no fuera por los hijos de las mujeres extranjeras la CAV perdería población, los encuestados suscriben, en un 52%, esta tesis que únicamente es rebatida por el 27%. También son mayoría, un 47% en concreto, los vascos convencidos de que las mujeres extranjeras son importantes para cuidar a los mayores y menores, planteamiento que es rechazado por el 35%. A la hora de determinar si la contribución social -que no económica- de las inmigrantes es muy importante para Euskadi, las posturas se reparten. Un 38% entiende que su aportación sí resulta determinante y un 33% opina lo contrario.
También existe disparidad de pareceres a la hora de valorar los efectos generales, positivos o negativos, de este colectivo sobre la sociedad vasca. Aunque la nota media obtenida tras computar todas las recibidas de los consultados no llega al aprobado, se le acerca mucho con un 4,8 sobre 10 de nota final.
Integrados Ayer, los participantes en el VII Congreso sobre Migraciones Internacionales en España, celebrado en Bilbao, hicieron públicas sus propias conclusiones en torno a este fenómeno. El coordinador del Observatorio Vasco de la Inmigración, Gorka Moreno, explicó que según el último estudio de Ikuspegiak, un 52%de los vascos considera que la llegada de otros grupos étnicos contribuye al enriquecimiento cultural y que el 57% estima que las prácticas religiosas de los inmigrantes no ponen en peligro su estilo de vida. El 61,7% no es partidario de que los extranjeros abandonen sus costumbres para ser plenamente aceptados, manifestación que se completa con la opinión de otro 67%, que declara que la integración exige la renuncia de aquellos aspectos religiosos o culturales que entran en conflicto con la legislación local.
No existe uniformidad al analizar el grupo femenino en su conjunto, ya que ciertas nacionalidades despiertan más simpatías que otras. Las mujeres que mejor nota obtienen, con un 6 sobre 10, son las europeas ocidentales, seguidas muy de cerca por las paraguayas, nicaragüenses, chinas, asiáticas en general, colombianas y peruanas, que logran un meritorio 5,5. También aprueban las mujeres de África negra y subsaharianas, que se hacen merecedoras de un 5,4. Suspenden, sin embargo, las norteafricanas, magrebíes, marroquíes y argelinas, con un 4,8. Peor puntuación alcanzan las rumanas y originarias de Europa del Este, con un 4,4, y el listado de afinidades se cierra con las irregulares, sin papeles, independientemente de su nacionalidad, que sacan un 4,1.