Vitoria. Los discursos políticos afirmaron en la presentación de Presupuestos que el gasto social sería una de las líneas rojas que no se traspasarían, pero la realidad ha demostrado con el tiempo que esta máxima se podía retocar. Y, sin embargo, según la última valoración elaborada por la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales de los resultados de la aplicación del índice DEC, que incluye los tres aspectos esenciales en el desarrollo de cualquier sistema de protección social, Euskadi, y por extensión Álava, se mantiene a la cabeza del Estado. Una valoración que, aun así, es mejorable ya que la calificación global media obtenida no supera el 6,7.
Y, sin embargo, el territorio alcanza la excelencia en dos de las tres dimensiones de este desarrollo. Sin ir más lejos, en materia de relevancia económica se sitúa a la cabeza alcanzando prácticamente la excelencia en una veintena de recursos. Entre ellos, el gasto por habitante dedicado a esta materia que asciende a 773,2 euros por los 280 promediados en el Estado, mientras que la proporción destinada a los servicios sociales duplica la estatal, con un 2,57%. El único debe que le impide obtener la máxima nota en este apartado se refiere al porcentaje de gasto en servicios sociales sobre el total de la comunidad, que es del 6,77% y ligeramente inferior a la media estatal.
Y, aunque obteniendo también buenos resultados, todavía deberá invertir más esfuerzos en el área de las coberturas. En este apartado, Álava destaca especialmente en varias facetas que supera la situación del resto de comunidades. Una de las principales se refiere a la implantación del sistema de atención a la dependencia, que alcanza al 2,01% de la población, mientras que la extensión de su sistema de rentas mínimas de inserción deja a Euskadi como la comunidad que presenta mayor cobertura, muy por delante de cualquier otra. El informe también apunta a que, a pesar de las listas de espera existentes, la cobertura de plazas residenciales para personas mayores de 65 años llega al 7,3%, por el 4,3% registrado en el Estado.
Deberes Por otro lado, la labor realizada con los colectivos en riesgo de exclusión social también es buena. De hecho, las mujeres víctimas de violencia de género cuentan con una plaza de acogida por cada 3,03 solicitudes de orden de protección, triplicando la media estatal y en lo que se refiere a las personas sin hogar, por su parte, Euskadi duplica el promedio de plazas residenciales con 68,7 camas por cada 100.000 habitantes, situándose como referente al ser la de mayor cobertura en todo el Estado. El informe, no obstante, señala un déficit en la cobertura de los servicios sociales del País Vasco que insta a mejorar y que se refiere al porcentaje de acogimientos familiares de menores que es tan sólo del 38,2% frente al 63,5% de la media estatal.
Pero mientras que los datos de relevancia económica y cobertura son óptimos y dejan al País Vasco en la excelencia, es en materia de derechos y decisión política donde se produce la gran descompensación. Este indicador sólo reporta a la valoración final un punto de los dos posibles. Por ello, la Asociación estatal de directores y gerentes en servicios sociales recomienda la aprobación y publicación de su cartera de Servicios Sociales y la elaboración y aprobación de una planificación estratégica y mapa de cobertura.
A pesar de todo, los expertos aseguran que el óptimo desarrollo de los servicios sociales durante la democracia en el territorio permiten ahora contar con un mayor margen de maniobra a pesar de los recortes. La responsabilidad se encuentra ahora en no destruir un sistema que se ha ido cimentando hasta convertirse en un referente a nivel estatal.