Logroño. En medio de la crisis sanitaria entre La Rioja y Álava dos enfermeros, uno del servicio riojano de Salud y otro del sistema vasco, así como un médico de Castilla y León y los dos responsables de una farmacia riojana se dedicaron a trapichear con recetas, hasta llegar a falsificar 2.865 de tipo pensionista presentadas al cobro en el sistema riojano de salud y otras 226 recetas del mismo tipo sin terminar de cumplimentar.
Tras cuatro meses de investigaciones por parte de agentes de la Policía Nacional, con la colaboración de la Inspección de Farmacia del Gobierno de La Rioja, el pasado mes de marzo procedieron a la detención de las cinco personas mencionadas a quienes se acusó de fraude al sistema riojano de Salud, por un importe de 130.000 euros.
El fraude organizado y desarrollado desde la farmacia, situada en un pueblo sin especificar, fue llevado a cabo durante los dos últimos años, y consistía en que los responsables de la misma conseguían recetas en su mayoría para pensionistas de los sistemas de Salud del País Vasco y de Castilla y León, contando para ello con la colaboración de un médico y un enfermero, quienes se las proporcionaban y, posteriormente, eran falsificadas utilizando listados de pacientes de dichas zonas geográficas de España, tratándose en su mayoría de personas de edad avanzada, detectando como algunos de ellos habían ya fallecido cuando les prescribieron dichas recetas falsas, en las que los medicamentos eran de alto coste y no se correspondían con las patologías de los supuestos pacientes por lo que proporcionaban un amplio margen de beneficio. De forma continua las remitían al Gobierno de La Rioja para su cobro.
Para realizar esta actividad, los detenidos se valieron del conocimiento que tenían sobre el funcionamiento de los distintos servicios de salud autonómicos. Y al ser una competencia plenamente transferida a todas las comunidades autónomas, el Servicio de Inspección del Gobierno Riojano no podía comprobar que los medicamentos prescritos y dispensados en farmacias riojanas eran los que se debían administrar para tratar las diferentes patologías, lo cual ha sido utilizado por los autores a fin de conseguir defraudar al sistema riojano de Salud. Sólo haber detectado que recetas presentadas para el cobro correspondían a personas ya fallecidas fue el inicio de la investigación. Los cinco detenidos, tres hombres y dos mujeres, carecen de antecedentes policiales, por lo que han sido puestos en libertad con cargos, una vez prestaron declaración en la Jefatura Superior.