Técnicos del Ayuntamiento de Ermua, en Bizkaia, continuaban ayer trabajando en el lugar donde el sábado se produjo un desprendimiento de tierra y piedras que obligó a desalojar un edificio y sepultó una veintena de coches. Tras confirmar que el bloque de pisos afectado no ha sufrido daños estructurales, los técnicos acondicionaron la zona en previsión de que siguiera lloviendo. No obstante, también aclararon que la situación ya no es tan complicada como anteayer.