Vitoria. En materia turística, no es oro todo lo que reluce. El número de visitantes que recala en Álava no deja de crecer, pero el sector mantiene unas cifras de ocupación media "realmente bajas" y los establecimientos atraviesan un momento complicado, según reconoce la Asociación de Empresarios de Hostelería del Territorio. La clave de este aparente contrasentido radica, tal y como explicó ayer el secretario general ejecutivo de la Federación de Hostelería del País Vasco, Ángel Gago, en que la oferta de plazas hoteleras ha crecido de forma desproporcionada en la provincia y que hacen falta muchos más turistas para obtener el mismo índice de ocupación que cuando había menos establecimientos. Tampoco ha ayudado el cambio de tendencias que presentan los turistas en los últimos años, con una estancia media de noches inferior a la de hace unos cuantos años. A lo largo del ejercicio pasado, la ocupación media por habitación fue del 48,62%, tasa que mejora las de los dos años precedentes -46,04% en 2010 y 43,35% en 2009- "pero inferior a todos los datos anteriores a estos ejercicios, desde 1998 a 2008".

Gago explicó ayer que en lo que va de año la ocupación media de cada habitación del territorio ha sido del 37,53%, inferior al 2011 en el periodo de enero y febrero -39,41%- y superior a la de 2010 -31,67%-. "En su conjunto -valoró Gago-, son unos datos bajos de ocupación para la oferta de alojamiento existente". El portavoz de la Federación explicó que las estadísticas de viajeros se pueden interpretar de forma que parezca que el sector atraviesa por un momento de bonanza, tal y como ha venido haciendo el Gobierno Vasco en los últimos tiempos, cuando en realidad la situación es preocupante.

Así, señaló que mientras los movimientos de viajeros y pernoctaciones son analizados y ensalzados periódicamente a través de comunicados institucionales, "es importante reconocer la debilidad puesta de manifiesto en las bajas ocupaciones medias, circunstancia que indudablemente está vinculada al volumen de la oferta". En este punto, Gago reconoció que el propio sector es en gran medida responsable de lo sucedido, ya que cuando las cadenas hoteleras le han consultado personalmente sobre la situación del mercado y se les ha explicado que ésta no es precisamente buena, han hecho caso omiso de las recomendaciones y se han establecido en los territorios históricos. "A veces, incluso, con varios establecimientos".

Precios bajos Este aumento de la oferta, y la consecuente rebaja en la ocupación media de las plazas hoteleras, convierte en todo un reto mantener en buenas cifras los resultados de los establecimientos alaveses. Con el objetivo de mejorar en competitividad muchos se decantan por las ofertas, lo cual ha dado como resultado que el precio medio por habitación en Vitoria se encuentre actualmente en 65 euros, "el menor de los tres territorios de la Comunidad Autónoma Vasca", según recordó Gago. "Viene a ser un 10% menor que el que se aplica en Bilbao y Alrededor del 30% inferior al de San Sebastián", ahondó echando mano de los datos contenidos en un informe elaborado por Trivago Hotelpreis Index.

El esfuerzo realizado por las instituciones vascas es bien recibido por el representante de la hotelería, quien lo califica de "bien o incluso de notable", aunque reconoce que "hay que realizar un esfuerzo aún mayor". "Las oficinas de turismo -advierte- tienen que ponerse las pilas".

"La aplicación de precios medios muy contenidos, incluso excesivamente contenidos, coexiste con unos crecimientos de costes del IPC, y especialmente con unos crecimientos de costes salariales, que entre los años 2008 y 2010 han superado el 3,3% de media", manifestó el responsable de la Federación vasca. "En este contexto, la valoración positiva puede ser el incremento de viajeros y pernoctaciones, pero es evidente que la disminución e incluso la desaparición del margen de ventas, precisamente por los propios precios, causan alarma en el sector", agregó.

El IPC al que aludió Gago fue, en 2011, del 2,4% para Álava. Puesto que el específicamente referido a los establecimientos hoteleros fue concretamente del 1,1%, se concluye que las empresas del sector asumieron más del 50% del mismo.

Otro factor que complica la rentabilidad de estas infraestructuras es el referido a los costes salariales. Álava, con cerca de 12 euros por hora a salario base de convenio, muestra el valor más elevado de toda la CAV. Si a este importe se le añaden los costes vinculados, como la Seguridad Social, la cantidad que las empresas han de desembolsar por trabajador supera los 30.000 euros, aunque la percepción neta del empleado sea de unos 16.500 euros por año.

"La diferencia entre el coste laboral para la empresa y lo que recibe el trabajador tiene diferentes destinos, pero llama la atención que este hecho, común a todos los asalariados, no haya merecido el debate de todo el entorno laboral. En todo caso, cabe resaltar algo evidente: a los trabajadores de nuestro sector, a salario base de convenio y jornada completa, en modo alguno puede asignárseles el adjetivo de mileuristas", subrayó el secretario de la Federación.