Vitoria. Las cifras facilitadas por la Asociación Española de la Industria Eléctrica, Unesa, avalan la productividad de la central nuclear de Santa María de Garoña. De acuerdo con las cifras contenidas en la memoria de este organismo, la planta burgalesa generó 3.747 millones de kilowatios hora brutos durante 2011, lo cual, teniendo en cuenta la limitación que representa su potencia instalada de 466 megawatios, la destaca como el complejo atómico que más cantidad de electricidad produjo dentro de sus posibilidades en todo el Estado. Un logro que Nuclenor, la firma que explota la infraestructura, esgrime como argumento para reclamar que la nueva autorización de explotación que conceda el Gobierno central tenga 10 años de duración.
El factor de carga de Garoña, que en noviembre de 2011 marcó su récord anual al llegar al 100%, arrojó una media anual del 91,80%, lo cual la sitúa muy por delante de las centrales de Trillo (89,61%), Almaraz II (87,90%), y Almaraz I (86,36%). Operó durante el 92,46% del año y, según este informe, sufrió una parada automática del reactor no programada -como Almaraz I, Almaraz II y Vandellós II- y otra más programada.
Toda esta información consta igualmente en un informe elaborado por Nuclenor y titulado La continuidad de la central nuclear de Santa María de Garoña, que recoge los principales argumentos recopilados por la empresa para solicitar que la planta funcione 10 años más, hasta 2022. Este documento explica que la producción anual de Garoña durante el año pasado, de 3.747 millones de kilowatios hora, "no es irrelevante" sino que representa el 30% del consumo eléctrico de Castilla y León, el 20,2% del de Euskadi y el 78% del de Cantabria. "Operar 10 años más la central de Garoña equivaldría a una producción de 39.000 millones de kWh; es decir, el 15,2% de la generación eléctrica española en 2011", expone el informe de Nuclenor.
Asimismo, la firma asegura que ésta no es una planta "totalmente amortizada que sólo genera beneficios". "Además de la inversión inicial, Nuclenor ha venido realizando una serie de inversiones que es preciso amortizar", subraya. Pone el énfasis en los 14 millones de euros anuales gastados en seguridad, los 413 millones dedicados a su modernización desde finales de los 80 y en los 166 millones empleados desde 2001 para cubrir diferentes necesidades.