vitoria. La población extranjera que reside en la CAV no sólo se enfrenta al problema del desempleo y a la falta de contratos. También debe aprender a vivir con un sueldo medio que apenas rebasa el salario mínimo interprofesional, fijado actualmente en 641,40 euros mensuales. Los ingresos medios de la población inmigrante ascienden, de acuerdo con la última panorámica publicada por el Observatorio vasco de la Inmigración, Ikuspegi, a 696,37 euros. Como es lógico, los años de estancia son una variable de peso dentro de este capítulo y a más tiempo de estancia, mayores ingresos.

Quienes han llegado a la CAV hace menos de dos años suelen acreditar unos sueldos medios de 426,74 euros, cantidad que asciende hasta los 851,48 euros de media entre los que llevan de 15 a 19 años, o hasta los 920,58 euros para los que llevan más de 20 años. El nivel de bienestar que disfruta el colectivo también está íntimamente relacionado con la situación administrativa "y de un 10,3% para los irregulares pasamos a un 29,5% para aquellas personas con nacionalidad española", explica el informe. En el caso de la pobreza, la pauta es similar pero decreciente, pasando de un 22,7% para los primeros a un 8,7% para los segundos.

El acceso a prestaciones sociales y más concretamente a la Renta de Garantía de Ingresos es denotativo de una situación de carencias. En el año 2007, un 6,6% de la población inmigrante percibía esta prestación, si bien la cifra ha aumentado hasta el 9,6% en 2010 y en el caso de las personas sin permiso de residencia el porcentaje asciende hasta un 25,2%.

Tal y como ilustra Ikuspegi, el colectivo de beneficiarios de esta ayuda que presenta un mayor asentamiento y una mejor situación económica se sitúa por debajo de la media -9,6%-, como por ejemplo Argentina, Chile o Uruguay -2,1%- o la Unión Europea occidental -2,2-. Sensiblemente por encima de la media se sitúan las personas procedentes de África -Magreb con un 12,4% y sobre todo Senegal con un 22,2%- y algunas nacionalidades latinoamericanas de reciente llegada como Paraguay -11,1%- o Bolivia -20,5%-.

El colectivo que muestra unos indicadores de integración peores que el resto y una mayor precariedad social, económica y laboral es el compuesto por nacionalidades con una estancia de años baja y una peor situación administrativa, como por ejemplo Bolivia, Paraguay, Senegal o el resto de África. Los mejores indicadores sociales y laborales, cercanos a los de la población autóctona, se corresponden con aquellas nacionalidades con una mayor estancia y una mejor situación administrativa, como son Argentina, Chile o Uruguay y los países de Europa Occidental. "En el conjunto de la CAV, es un grupo minoritario", destaca el Observatorio de Inmigración.