Azpeitia. Varias familias de Euskadi y alrededores se trasladaron ayer a Azpeitia para disfrutar del primer día de Semana Santa en el Museo Vasco del Ferrocarril. Solo unos pocos sabían de antemano que el centro había dejado de ofrecer viajes a bordo de su locomotora de vapor, ya que la mayoría conoció la noticia al llegar al mismo centro. Una nota pegada en la puerta de acceso lo advertía: "No hay circulaciones".
El centro justificó la ausencia de este servicio por "problemas técnicos", aunque el motivo real es que no se ha encontrado a nadie capaz de poner en marcha esta máquina centenaria, hasta ahora conducida por el exdirector del museo, Juanjo Olaizola. Ni los 300 euros por día que ha ofrecido EuskoTren, responsable del centro museístico, han servido para encontrar un nuevo maquinista, por lo que las instalaciones se quedan, al menos por ahora, sin su principal atractivo turístico que, un servicio que se inauguraba en Semana Santa y se prolongaba durante todos los fines de semana hasta noviembre. En total, recibía en torno a 12.000 pasajeros.
Ayer no se registraron tantas visitas como en ejercicios anteriores, aunque el mal tiempo también tuvo parte de responsabilidad. Pese a ello, durante la mañana, se contabilizaron 67 personas, principalmente parejas y familias de Euskal Herria y Cantabria.
"Hemos venido porque nos lo recomendaron mis padres y la verdad es que nos está gustando muchísimo", comentaron Pedro e Iratxe, que llegaron al centro pensando en que montarían en la locomotora Aurrera. Evidentemente, no pudieron satisfacer sus deseos, aunque salieron del centro convencidos de que volverían: "La exposición de trenes y tranvías es fenomenal, así que habrá que volver otro día para subirse a la locomotora de vapor".
Algo similar les ocurrió a los Cántabros Ana Conde, Raquel Saiz y Boni Herrera, que condujeron durante dos horas hasta Azpeitia con intención de visitar el museo y recorrer los cinco kilómetros a la estación de Lasao subidos en el vagón de vapor. "Lo vimos en Internet y nos encantó la idea. Ha sido una pena muy grande", manifestó Conde para añadir que "el resto del museo es genial, sobre todo por la conservación de las piezas expuestas y el atrezo".
Al igual que este grupo de Cantabria, los demás visitantes quedaron fascinados con la exposición de trenes, tranvías y demás locomotoras de todo tipo que se pueden ver en el centro de Azpeitia. Desde vagones de metros de última generación, hasta locomotoras eléctricas y de vapor de más de cien años. Los amantes del mundo ferroviario tuvieron ocasión de aprender hasta el último detalle de estos vehículos, ya que, aparte de observar y conocer las características de los elementos exhibidos, pudieron entrar en el taller de reparación de Urola y teletransportarse cien años atrás para ver trabajar las poleas, taladros, tornos, grúas y motores eléctricos con los que se construían y reparaban los vagones y que siguen operativos en el museo.
Un tranvía operativo
"Está muy bien para los niños"
Al no estar en funcionamiento el tren de vapor, el antiguo tranvía de Zaragoza cobró ayer un protagonismo especial. Y es que, a falta de los servicios a Lasao, los visitantes tuvieron ocasión de recorrer unos pocos metros subidos a este tranvía. La alavesa Laura Guerrero y sus familiares de Bilbao lo hicieron y quedaron "encantados" con la experiencia, "sobre todo por los niños".
Mercedes Iribarnegay y los pequeños Xabier, Aitor, Martin y Mikel también montaron en el viejo tranvía y disfrutaron con la experiencia. "Está bien para los pequeños", indicó esta bilbaína, una de las pocas que acudió a Azpeitia sabedora de que no podría subirse al tren de vapor: "Mi cuñado lo leyó en el periódico, pero hemos venido igual porque el museo merece la pena. Ojalá lo pongan pronto en marcha".
Vecinos y comerciantes de Azpeitia desean lo mismo, al considerar que la locomotora Aurrera atraía a muchos turistas y generaba riqueza para el pueblo. A escasos metros del museo, Ane, de la panadería Trenbide, lo corroboraba: "Es una pena que quiten el tren porque todos los años viene muchísima gente a verlo".
Una vecina de la zona, Ainhoa, estuvo de acuerdo con la hostelera, aunque reconoció que "no echaba de menos" la locomotora porque "producía mucho ruido y polvo".
A falta de más información, la dirección del museo informa en su página web que, en "fechas próximas", dará a conocer "el plan de actividades con el que quiere "consolidar su estructura organizativa y de funcionamiento y relanzar y modernizar la actividad del museo".