vitoria. Los trabajadores de la clínica La Esperanza podrían iniciar en breve movilizaciones ante la incertidumbre que se abre por la anunciada entrada del Grupo Quirón, que será quien asuma la gestión del centro sanitario a partir de ahora. Exigen que se "respeten" sus condiciones actuales y que se inicie "de inmediato" la renovación de su convenio laboral.
El malestar de los empleados nace como consecuencia de la "arbitraria" paralización de la negociación por parte de los máximos gestores actuales, el grupo USP, precisamente cuando el proceso de compraventa estaba ya en marcha. Aseguran que la decisión "carece de lógica" ya que en un momento como el actual la estabilidad laboral que supone contar con un convenio cerrado y la paz social consecuente "complementan cualquier buena carta de presentación". "Por el contrario, negar la negociación sólo podría entenderse en el inaceptable y antisocial objetivo de ofrecer a los nuevos compradores la opción de precarizar y desregular las condiciones laborales pactadas en el acuerdo hasta ahora vigente", señalaron ayer en un comunicado. En este sentido, advierten de que si la nueva empresa gestora aprovecha la circunstancia para mermar sus condiciones reaccionarán "de manera inmediata y contundente".
La entrada del Grupo Quirón en la clínica como consecuencia de la compra de USP por parte de Doughty Hanson es un hecho. En este punto, los trabajadores han decidido por mayoría movilizarse para exigir a los nuevos propietarios y nuevos gestores el inicio "inmediato" de la renovación de su convenio laboral. En este sentido, quieren recordarles que el nivel de calidad y la profesionalidad de quienes desempeñan su trabajo en este centro sanitario "vienen siendo reconocidos desde hace años por el conjunto de la sociedad vitoriana y alavesa". "Pedimos que demuestren el mismo respeto", añadieron.