Un crucero con 590 turistas, la mayoría europeos y estadounidenses, y 411 miembros de la tripulación se encontraban ayer a la deriva en aguas de Filipinas tras producirse en los motores un incendio, que causó cinco heridos, uno de ellos grave. El fuego se originó el viernes por la noche en la sala de máquinas del crucero Azamara Quest cuando navegaba por el Mar de Joló, entre Manila y la ciudad de Sandakan, en el estado malasio de Sabah, informaron los medios locales.
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