Vitoria. Cuando surgen conflictos familiares graves, las partes implicadas tienen la posibilidad de evitar un largo camino judicial marcado por el desgaste y que no siempre termina con un acuerdo satisfactorio para todos. Gracias a los servicios públicos de mediación familiar, gratuitos y de acceso voluntario, cientos de alaveses afectados por una ruptura de pareja, problemas relacionados con herencias, negocios, convivencia o la atención a personas en situación de dependencia han solventado sus diferencias con pactos duraderos y respetados desde 1996, el año en que comenzaron su andadura. A lo largo del recién finalizado 2011, el 82% de las familias que acudieron a estos recursos gestionados por el Gobierno Vasco alcanzaron un acuerdo sobre la situación planteada originalmente, lo que evitó en muchos casos recurrir a la vía del contencioso. Un dato que da buenas pistas sobre la eficacia de este recurso.
La consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, inauguró ayer los nuevos locales del Servicio de Mediación Familiar de Álava, ubicados en la calle Santa Olaja de Acero del barrio de Lakua y en los que trabajarán tres especialistas de los ámbitos social, psicológico y jurídico en horario de mañana y tarde. Esta nueva incorporación permitirá a juicio de Zabaleta cumplir con el objetivo de dotar a las tres provincias vascas de servicios públicos de mediación "con criterios unificados", porque tanto Bilbao como Donostia ya cuentan con centros de estas características. Se trata según la consejera de un recurso "ineludible, imprescindible y eficaz" para "prevenir, aliviar o solucionar" conflictos como los ya citados y que gestiona anualmente medio cerca de un centenar de expedientes en Álava.
En 2010 fueron 93 en total, 67 relacionados con rupturas de pareja y los 26 restantes por conflictos familiares de distinta índole, a los que habría que sumar otros 242 de premediación que no pasaron a la fase de mediación. En Euskadi fueron 473 más otros 895 de premediación. Los datos ya recopilados durante el pasado 2011 l demuestran que los vecinos de la provincia siguen fiando la resolución de sus conflictos muy habitualmente a la medicación familiar. Hasta el 30 de septiembre se abrieron 70 expedientes, 64 de los cuales se debieron a las rupturas de pareja, y otros 68 no pasaron a la fase de mediación. "Hay ciertas demandas que no se corresponden con el servicio que ofrecemos", matizó ayer la coordinadora de los servicios vascos de mediación, Soraya Loza, al ser cuestionada por esos expedientes que no superan la criba.
Pese a que el Gobierno Vasco ya ostentaba la titularidad de estos servicios desde 2010, en los dos últimos años ha sido el departamento municipal de Intervención Social el que ha realizado las labores de mediación a través de una encomienda de gestión del Ejecutivo autonómico. De ahí que la concejal del ramo en Vitoria, Ainhoa Domaica, también se acercase ayer a la inauguración del nuevo centro de Lakua.
Espacio neutral El acceso al servicio se inicia con una solicitud por escrito a petición de ambas partes de común acuerdo o a instancias de una de ellas, aunque también es posible la derivación desde los servicios sociales u Osakidetza. Estos recursos ofrecen un espacio neutral donde exponer y comprender el conflicto familiar o de pareja y facilitar la comunicación y el manejo sobre ellos, así como información jurídica y orientación psicológica y social dentro del contexto de la mediación.
Preguntada por el perfil de los vascos que recurren a estos servicios, Loza remarcó que cada vez se atiende a más familias reconstituidas, mientras que respecto a la posición socioeconómica crecen las de nivel alto. También las inmigrantes, que actualmente aglutinan el 21,18% de los expedientes. Generalmente suelen ser las mujeres quienes solicitan la demanda de mediación, un 72%, mientras que más de la mitad de las parejas que se acercan a los servicios tienen entre 26 y 40 años. Predominan las que suman sólo entre uno y cinco años de convivencia.