Vitoria. El Gobierno Vasco, la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria han constituido una comisión interinstitucional llamada a analizar las consecuencias de los proyectos nacidos para aprovechar los yacimientos de gas no convencional hallados en territorio histórico. Según destacaron los intervinientes, el nuevo foro parte con el objetivo de garantizar que los trabajos exploratorios provoquen la "mínima afección" al medio natural y a las personas, dado que el método de extracción que se prevé, el fracking, es sinónimo de innumerables dudas por las presuntas incidencias nocivas que tiene sobre el medio natural y sobre la salud humana.

El Ejecutivo autonómico tiene previsto realizar este año y el próximo perforaciones en dos pozos dentro del término municipal de Vitoria para comprobar la viabilidad técnica, económica y medioambiental de la extracción de gas no convencional (fijado a la roca madre) localizado en la Llanada alavesa. Estima que el volumen de gas no convencional almacenado en esta zona de Álava podría tener un valor en el mercado de 30.000 millones de euros.

La comisión interinstitucional creada ayer en Vitoria también se encargará de identificar los potenciales riesgos que se derivarían de posibles trabajos de explotación del gas, según explicó en una nota el Departamento vasco de Industria. Durante la reunión se analizaron los detalles de las exploraciones que se realizarán por parte de la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi en colaboración con dos empresas estadounidenses, con una inversión de 100 millones de euros.

Los integrantes de la comisión, que preside el viceconsejero de Industria y Energía, Xabier Garmendia, se han comprometido a adoptar el principio de que "cada institución actuará en el ámbito de sus competencias, con responsabilidad y lealtad". Este organismo servirá para agilizar los canales de intercambio de información entre las instituciones, que tendrán acceso a todos los datos que consideren de interés "sin menoscabo de las competencias que a cada una correspondan". Durante la reunión de la Comisión también se acordó programar de manera conjunta unas jornadas técnicas "al más alto nivel" con expertos en la materia.

Las reuniones de la Comisión se celebrarán de manera trimestral, al margen de que se puedan convocar encuentros extraordinarios durante los dos años en los que está prevista la exploración de los yacimientos de gas. Cuando concluyan esas exploraciones la Comisión realizará un informe final sobre las operaciones realizadas y el riesgo derivado de las mismas y elaborará sus recomendaciones.

La recién constituida Comisión ha decidido también invitar a este órgano a los ayuntamientos alaveses de Iruña de Oca, Kuartango y Ribera Alta, así como a la Subdirección General de Hidrocarburos del Ministerio de Industria y al Ministerio de Medio Ambiente.

Asimismo sus miembros han aprobado reunirse periódicamente con todas las fuerzas políticas y con colectivos y agentes sociales para proporcionarles información y recabar sus opiniones. En este sentido, la diputada foral de Medio Ambiente, Marta Ruiz, se mostró ayer satisfecha tras la primera reunión y reiteró que la Diputación "estará vigilante" y que precisamente por eso ya ha encargado a técnicos forales un estudio "no vinculante" que evalúe el impacto ambiental del proyecto.