Vitoria. Pese a las directrices establecidas desde Madrid, Álava seguirá atendiendo a las personas dependientes, también a los casos más leves. Así lo ha anunciado la Diputación foral, que a pesar de la crisis ha tomado la determinación de aumentar la partida presupuestaria en tres millones de euros más con el objetivo de llegar al máximo número de personas que soliciten esta ayuda económica.

De esta forma actuará a lo largo de 2012 la institución alavesa siempre y cuando "las circunstancias no cambien". Así lo explicó la diputada foral de Servicios Sociales, Marta Alaña, quien ayer señaló que no aplicará en el territorio la decisión adoptada por el Gobierno de Rajoy de suspender durante un año la incorporación de nuevas categorías de beneficiarios al sistema de dependencia. El PP culpa de la medida a la "herencia" que dejó el Ejecutivo del PSOE en los Presupuestos del año 2011. En cualquier caso, la suspensión afecta directamente a las personas con dependencia más leve, lo que técnicamente se conoce como la categoría Grado I nivel 2. Las comunidades autónomas debían incorporar este colectivo al paquete de ayudas a partir de 2012, aunque Álava ya lo empezó a hacer el año pasado, y lo seguirá haciendo. En concreto, durante 2011 valoró a un total de 547 personas dentro de esta categoría, y prevé que las cifras se mantengan sin grandes diferencias para este año.

Para atender a todos ellos los Presupuestos forales han reservado la cantidad de 40,5 millones de euros. Este dinero se repartirá en los dos tipos de ayudas contempladas dentro de la Ley de Dependencia: la prestación económica por cuidado en el entorno familiar (PC), que contará con 20,3 millones de euros frente a los 18,8 millones de 2011, y el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), al que se les destinan 20,2 millones de euros, frente a los 18,4 millones presupuestados en el ejercicio anterior.

Así las cosas, la Diputación foral deberá hacer frente ahora en solitario al pago de las ayudas a las personas con menor nivel de dependencia. El Gobierno central ha reducido la partida destinada a estas prestaciones en un 10%, lo que en la práctica supone que Álava dejará de percibir entre 200.000 y 400.000 euros. Sin embargo, la diputada foral explicó que su Gobierno ya había previsto en sus presupuestos esta variación.

Alaña recordó que la decisión de la Diputación Foral de Álava de seguir concediendo las ayudas a dependientes de estos niveles responde al deseo de mantener la trayectoria de este territorio, que siempre ha sido "pionero" en la atención de este tipo de personas.