Roma. El balance de víctimas del Costa Concordia, el crucero encallado el viernes por la noche en la isla toscana de Giglio, continúa creciendo. Los servicios de rescate localizaron ayer los cadáveres de dos hombres, el mallorquín Guillermo Gual, de 68 años, y el italiano Giovanni Masia, de 85, lo que eleva el número de fallecidos a cinco.
Los dos hombres fueron hallados en la zona sumergida del barco. Estaban cerca de un punto de recogida (inicialmente se dijo que estaban atrapados en un camarote cerca del restaurante) y tenían los chalecos salvavidas puestos.
La desaparición de Guillermo fue denunciada por Vicente Salvador, de 20 años, estudiante y originario de Palma de Mallorca, que viajaba con su novia María Rosa, sobrina del fallecido, los padres de la joven y otros amigos y familiares. Tras el impacto, unos pudieron alcanzar un bote y otros se lanzaron al mar. Fue entonces cuando perdieron la pista de Guillermo.
Pero las víctimas pueden aumentar, ya que todavía continúan desaparecidas 15 personas según los datos ofrecidos por el presidente de la región de Toscana (centro italiano), a la que pertenece la isla, Enrico Rossi, quien dijo antes de conocerse el hallazgo de los dos cadáveres que se buscaba a 17 personas (11 pasajeros y seis miembros de la tripulación).
Los servicios de rescate -entre ellos buzos de la Guardia Costera, de la marina militar y bomberos- continuaron durante todo el día de ayer sus labores en el Costa Concordia en busca de posibles supervivientes dentro del mastodóntico crucero, de 300 metros.
En busca de supervivientes Toda una serie de obstáculos bloqueaban el paso de los equipos: puertas cerradas, escaleras destrozadas y muebles amontonados. En la noche del sábado, el equipo de rescate iba controlando, camarote por camarote, todos aquellos del barco que no estaban bajo el agua, informa Irene Hdez. Velasco. Dado que cuando la luz se fue en la nave, poco después del accidente, las cerraduras de los camarotes quedaron bloqueadas, es posible que varias personas se quedaran atrapadas dentro de sus cabinas. Los bomberos y demás fuerzas de seguridad empezaron en el puente seis. Y en la planta ocho, en el camarote 303, encontraron a los recién casados coreanos.
Por el momento, han controlado una cuarta parte del la nave, de acuerdo con el responsable de los bomberos, Cosimo Pulito, que consideró "difícil que haya bolsas de aire" que hayan permitido la supervivencia de los ocupantes de la parte sumergida del barco.
"Hemos comenzado allí donde hay más posibilidades de encontrar a gente viva. No hemos ido todavía a la sala de máquinas. Continuaremos la búsqueda hasta que hayamos recorrido todo el barco".
Durante la jornada, rescataron con vida a tres personas: una pareja surcorenana, de 29 años, en viaje de luna de miel que se había quedado atrapada en su camarote y al jefe comisario de a bordo, Marrico Giampetroni, que tuvo que ser rescatado en helicóptero.
¿Qué ocurrió? Continúa la investigación sobre qué sucedió la noche del viernes. El Costa Concordia -el crucero que encalló frente a la costa de la isla de Giglio- estaba a solo 150 metros de la orilla, según apuntó ayer el fiscal de Grosetto, Francesco Verusio, tras los primeros análisis de la caja negra.
"La ruta seguida por el navío no era buena", dijo el fiscal, que ha acusado al capitán del barco, Francesco Schettino, de homicidio involuntario, naufragio y de abandonar el barco. Ayer se decretó que el comandante continúe en prisión ante el riesgo de fuga y destrucción de pruebas, según Ansa.
Según algunos, el capitán estaba realizando una especie de paseo denominado el "inchino" (la reverencia), con todas las luces encendidas y con gran refuerzo de sirenas, para saludar a los 800 habitantes de Giglio. La Justicia intenta confirmar si se trataba de un "inchino".
El capitán, un napolitano de 52 años, explicó antes de ser detenido que había "golpeado una roca" que no estaba en la carta náutica. "Mientras navegábamos a velocidad de crucero, chocamos con una roca. Según la carta náutica, tenía que haber habido suficiente agua debajo de nosotros", se defendió en televisión.
¿Por qué se aviso tarde? El fiscal también investiga la gestión del accidente por parte de la tripulación. "La alerta se lanzó por el navío en torno a las 22:42, mientras que el impacto tuvo lugar una hora antes".
Y cuando la evacuación estaba todavía en curso, el comandante "estaba ya, un poco después de medianoche, en la orilla de Giglio". Los últimos pasajeros fueron evacuados a sobre seis de la madrugada, según los bomberos.
En el momento del naufragio, el viernes por noche , el crucero transportaba a unas 4.229 personas, entre ellas más de 3.200 turistas de 60 nacionalidades diferentes y un millar de miembros de la tripulación de diversos orígenes.
Por otro lado, los primeros pasajeros españoles del crucero italiano que han regresado al Estado español anunciaron su intención de presentar una denuncia conjunta contra la compañía. Así, lo aseguraron los primeros 50 que aterrizaron ayer en el Aeropuerto de El Prat (Barcelona) procedentes de Roma en un vuelo de Alitalia, al tiempo que denunciaron que la evacuación "fue muy lenta".