vitoria
eL observatorio de los derechos lingüísticos Behatokia, creado por Kontseilua, cumplió en 2011 diez años. Fundado para velar por los derechos de los vascoparlantes, Behatokia presentó recientemente en Bilbao un balance de la última década (2001-2010) y resumió que en este tiempo la normalización del euskera no ha sufrido "grandes avances". El observatorio ha tratado 9.514 casos, de los cuales destacan las 8.535 quejas registradas. Aun así, no todo fueron malas noticias, porque en el teléfono del euskera, el servicio puesto en marcha por el observatorio en diciembre de 2001, también hubo 338 casos en los que se felicitó a algunas organizaciones que habían normalizado la lengua vasca en su seno.
Desde 2001, el número de quejas ha ido aumentando. Según consideraron fuentes de Behatokia, es el reflejo de que cada vez hay más gente preocupada por la normalización. De todos modos, según reconocieron fuentes del observatorio, las quejas son similares. Por eso, consideran que las cosas "no han cambiado demasiado". De hecho, la valoración que hace Behatokia a las administraciones públicas es bastante negativa, ya que recogen el 64,79% de las quejas. Según considera el observatorio, en Iparralde, donde la supervivencia del idioma está en peligro, el euskera es "invisible", en Navarra el Ejecutivo foral "impide" el desarrollo de la lengua vasca y en la CAV se "margina" su uso en la administración electrónica.
La mayoría de quejas ha sido sobre los servicios públicos en el ámbito de la Sanidad, Justicia e Interior. En gran parte, los litigios han venido porque no se daban los servicios en euskera o porque en algunas organizaciones la lengua estaba discriminada, ya que se podían hacer consultas en castellano, inglés o francés, pero no en euskera. En las zonas euskaldunes también ha ocurrido que, en pueblos como Zestoa, donde el euskera es el idioma mayoritario, no había un pediatra vascoparlante.
incluso malas formas De todos modos, desde Behatokia consideraron aún peor la actitud de algunas administraciones porque, además de no ofrecer sus servicios en euskera, respondieron de malas formas a quien lo pedía. Frases como "¿usted sólo sabe hablar euskera?" o "en la página que usted desea entrar no está disponible en la lengua elegida", se han repetido en más de una ocasión.
Quienes acuden a Behatokia suele ser gente con un gran compromiso por la normalización de la lengua vasca. Por eso, entre las quejas también hay algunas que pueden parecer curiosas. En abril de 2010, un vecino de Oiartzun se quejó de que la información sobre una charla ofrecida por los Testigos de Jehová estaba únicamente en castellano. Parecida fue la denuncia que puso un alavés en mayo de 2009. Este euskaldun se quejaba de que la final de Copa Athletic-Barça solo se ofreció en castellano en las retransmisiones de San Mamés y Athletic Hiria de Valencia.
Es probable que estos pequeños detalles sean la razón por la que la portavoz de Behatokia, Garbiñe Petriati, considerara que hay que tomar medidas de manera "urgente" para garantizar que se pueda vivir en euskera. Quizás por eso destacara la importancia de que las administraciones den "pasos eficaces" para normalizar la lengua vasca, que sigue siendo el idioma débil en la diglosia que vive en el País de los Vascos.