vitoria. Balance positivo en las carreteras vascas. El año 2011 acabó con siete muertes menos por accidente que el ejercicio anterior, lo cual constituye un motivo de alegría para la Consejería de Interior, que ha agradecido a los conductores su buen comportamiento al volante. En total, a lo largo del año que nos acaba de dejar la red viaria de la CAV contabilizó 60 fallecimientos, mientras que en el 2010 fueron 67 los fallecidos. El número de accidentes mortales fue de 55, la misma cifra que el año anterior. Esta información incluye todos los siniestros registrados por la Ertzaintza y las Policías Locales, tanto los de vías urbanas como los de vías interurbanas.

"Esta tendencia descendente mantenida es un dato positivo. Hay que agradecer y felicitar a los conductores vascos por su comportamiento y su nivel de conciencia en materia de seguridad vial. La CAV se encuentra en un nivel de seguridad vial muy cercana a los países más avanzados en esta materia. No obstante, la siniestralidad tiene un componente importante de fatalidad muy difícil de controlar, que no nos debe llevar a aptitudes de exceso de confianza ni a alardear de los éxitos. No se puede bajar la guardia en un tema tan fundamental como es la tarea de salvar vidas", explicó ayer la directora de Tráfico, Amparo López.

Dentro de las áreas interurbanas, el tipo de accidente mortal más frecuente fueron las salidas de la calzada -36%-, mientras que en las urbanas fueron los atropellos -75%-. La infracción a la norma de circulación y la velocidad inadecuada son las causas más recurrentes de estos siniestros.

Las cifras de atropellos no ofrecen resultados tan positivos al haberse contabilizado una muerte más por esta causa que en 2010. Quince peatones perdieron la vida a lo largo del pasado año, si bien varió la tipología de las víctimas al reducirse el número de varones y aumentar el de mujeres. Los fallecidos en 2011 fueron 7 hombres y 8 mujeres, mientras que el año anterior fueron 10 varones y 4 mujeres. Ocho de las víctimas eran personas mayores de 64 años, seis de ellas mujeres y los dos restantes hombres.

La división por sexos del total de fallecidos revela que las víctimas masculinas eran fundamentalmente conductores mientras que las femeninas eran viandantes. En los análisis toxicológicos realizados a los muertos, cerca del 21% dio positivo en alcohol o drogas, es decir, esas personas conducían bajo los efectos de sustancias que inhiben la capacidad de respuesta y concentración. Para controlar estas y otras conductas contrarias al Reglamento de Circulación, la Dirección de Tráfico, la Ertzaintza y las Policías Locales han coordinado un calendario de campañas de vigilancia y control para este año.