El diputado alavés de Hacienda, José Zurita, se mostró tajante en cuanto se hizo con las riendas de su Departamento y declaró la 'economía de guerra' para tratar de capear el adverso panorama financiero alavés. Poco después, todos sus homólogos metieron severos tijeretazos a la hora de presentar sus respectivos Presupuestos ante las Juntas Generales y las expectativas de crecimiento se supeditaron a créditos de compromiso con cargo a 2013 y 2014. Los cálculos apuntaban, pues, al estancamiento con ajustes para 2012 y ciertas esperanzas para los años subsiguientes. Lo que no podían tener en cuenta los gestores forales era que el Tribunal Supremo descargaría ahora un chaparrón de consecuencias aún desconocidas sobre las arcas forales en forma de condena al pago de 8 millones. Si el diputado general de Álava, Javier de Andrés, aseguraba estar preparado para lo peor con respecto a la resolución legal de las 'vacaciones fiscales', una decisión que según él mismo declaró "podría conducir a Álava a la absoluta insolvencia", la situación se complica notablemente con esta inopinada merma de ocho millones sin posibilidad de réplica.
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