Bilbao. La vasca es una realidad diferente a la de otros territorios; y no solo en lo político. Ese patio particular que conforma la Comunidad Autónoma Vasca no se moja cuando llueve, como ocurre en el resto de la península empapada por la omnipotente crisis económica. No en vano, mientras en otros puntos se reduce la población inmigrante, condenada a un retorno silencioso a sus países de origen, en Euskadi aumenta ligeramente su presencia y, según apuntan los expertos, podría mantener esa tendencia al alza en años venideros.
Este comportamiento diferenciado en los flujos migratorios obedece tanto a las singularidades del mercado laboral como a la propia composición de la estructura poblacional vasca. O, lo que es lo mismo, existe una creciente demanda de trabajos en el servicio doméstico y en la atención a personas mayores que básicamente es cubierta por individuos de otras nacionalidades, principalmente mujeres procedentes de países latinoamericanos, tal y como refleja el Anuario de la Inmigración en el País Vasco 2010, presentado ayer.
Grosso modo, explicaba a este respecto el sociólogo Xabier Aierdi, "una de cada tres personas inmigrantes en Euskadi" responde a ese perfil. Esta feminización de la inmigración es un hecho innegable que está acompañado de otro fenómeno peculiar como es la aparición de nacionalidades de sustitución que relevan a las primeras llegadas en el desempeño de esas funciones: trabajos domésticos y cuidados. El caudal humano procedente de Colombia, Perú o Ecuador fue posteriormente reemplazado por Bolivia y, en los últimos tiempos por Paraguay y Nicaragua.
Lo curioso -añadía el sociólogo e investigador del Observatorio Vasco de la Inmigración, Ikuspegi- es que la feminización de la inmigración ha aumentado en paralelo al volumen de personas aportadas por esas nacionalidades. "Es decir, si la proporción de la población procedente de Colombia era de 55 mujeres por 45 hombres, la boliviana era 65 a 35 y en la población paraguaya estamos hablando de un 80 y un 20. Hay nacionalidades de sustitución y además, mayor feminización", insistía. Como ejemplo, en el citado Anuario se indica que la presencia en tierras vascas de población paraguaya ha crecido desde el año 1998 en un 133%.
Y es que el motor que propulsa o ralentiza los flujos migratorios ha sido, es y será el empleo, responsable y administrador único de la intensidad de los movimientos poblacionales, la nacionalidad o el sexo, por ejemplo. "Euskadi, con su estructura demográfica, tiene unos problemas brutales de dependencia", describía Aierdi para justificar el protagonismo de las mujeres inmigrantes en la CAV.
Efecto necesidad Por ejemplo, agregaba el sociólogo, "en la sociedad navarra hay nacionalidades que allí son muy importantes y que aquí ni existen [población africana dedicada a la agricultura]. Al final es el que recibe el que selecciona". En este sentido, tanto Aierdi como Gorka Moreno (coordinador del mencionado Observatorio) precisaron que lejos de apreciaciones generalistas, en Euskadi no tiene valor el conocido como efecto llamada. "Aquí hay un efecto necesidad: es la sociedad receptora la que condiciona el tipo de inmigración que va a llegar", coincidían.
Los autores del informe, acompañados por el director de Inmigración del Gobierno Vasco, Miguel Ángel González, constataron que a pesar de la saturación que se vive en el Estado español, Euskadi aún no ha tocado techo en esta materia y "hay margen" para recibir nuevos inmigrantes aunque, como manifestaron: "ahora lo importante no son los flujos migratorios, sino los stocks".
Por todo ello, los autores del documento instan a las administraciones vascas en general y a la ciudadanía en particular a intensificar sus acciones y comportamientos en favor de la integración y la convivencia. "Las personas han llegado con proyectos migratorios sólidos para quedarse en la sociedad donde participan. Y esas cuestiones son las que hay que abordar", zanjaba González. El empleo mantendrá su importancia, pero la educación de las segundas generaciones de inmigrantes se convertirá en esencial para que esos neovascos puedan progresar en Euskadi.