el diputado general, el popular Javier de Andrés, sorprendió ayer a los medios de comunicación al anunciar que no facilitaría su discurso. En lugar de unos texto cerrado, el dirigente quería contar únicamente con unas líneas básicas para así poder improvisar. Al estilo Maroto -que en su discurso de investidura como alcalde de Vitoria utilizó un iPad-, en este caso De Andrés dio una muestra de confianza para no sentirse encorsetado. No es lo habitual cuando quieren presentarse las bases de la política foral del próximo año -y más en este caso, al inicio de la legislatura, cuando la cita podía servir para marcar las líneas de los siguientes cuatro ejercicios-, pero el diputado general intentó de esta forma hacer un repaso general al territorio sin descuidar ningún tema. Luego los grupos criticaron la ausencia de proyectos concretos, pero la situación económica no parece el momento idóneo para lanzarse a grandes promesas.

Quizá De Andrés optó por esta forma de dar el discurso porque no quería perder de vista a los portavoces de la oposición, que serán claves para sacar adelante sus políticas, dada la minoría de su gobierno. El frío suele ser fiel compañero del Pleno de Santa Catalina, la cita más importante de la Cámara foral si se exceptúan los debates presupuestarios, y ese frío también caracterizó a la respuesta de los grupos junteros. Llama la atención que, pese a la necesidad que han subrayado diferentes partidos de llegar a acuerdos en tiempos de crisis, pese a que la influencia del pacto parlamentario ya parecía asegurar el acuerdo PP/PSE en las Juntas, no haya ninguna intención de representar esa sintonía. Hubo quien también recordó a De Andrés que, no hace tanto, su partido era el del llamado no por el no.

temas pendientes Ahora, sin embargo, es el momento de la economía de guerra. Y la economía marcó un discurso donde quizá se echaron en falta referencias, por ejemplo, a otras cuestiones como la situación sanitaria en Rioja Alavesa, la nueva estación de autobuses de Euskaltzaindia o la continuidad de citas como el Azkena Rock Festival o el Festival de Jazz. Sí hubo referencias a otras cuestiones, pero se quedaron excesivamente cortas, como el aeropuerto de Foronda -un despegue en el que la Diputación tiene mucho que decir-, el crecimiento del turismo o las duplicidades entre las administraciones.

Hoy habrá una nueva oportunidad para llenar esos vacíos. La segunda y última entrega del Pleno de Santa Catalina de 2011 servirá para aclarar no sólo la posición de los grupos sino, y lo que es más importante, si el territorio tendrá Presupuesto el próximo año. Y esta vez tampoco parece que vaya a haber discursos cerrados. De lo contrario, no sería el debate que necesita Álava.