vitoria. La comparecencia del diputado de Administración Local, Javier Ruiz de Arbulo, la semana pasada en las Juntas Generales de Álava para informar sobre la salud económica de las localidades del territorio destapó la caja de los truenos. El titular foral no quiso especificar el nombre de la decena de municipios del territorio histórico que ya se encuentran en números rojos y los otros seis que en 2012 pasarán a engrosar esta lista, pero sí admitió que los ayuntamientos de Agurain y Laguardia son los que se encuentran en peor situación. No es de extrañar, ya que las arcas públicas de estas dos localidades no están demasiado boyantes. Ni mucho menos.

No hay más que echar un vistazo a la deuda sumada por el pueblo de la Rioja Alavesa. Un total de 1,5 millones de euros acumulados en apenas año y medio, según el estudio realizado por el actual alcalde de Laguardia, el popular José Manuel Amézaga. Y es que el nuevo equipo de gobierno se encontró en su entrada al Consistorio numerosas facturas sin abonar. "El descontrol se había producido a lo largo del ejercicio de 2010 y en los cinco primeros meses del presente año. Se gastó por gastar cuando los ingresos habían bajado", resume.

La situación ha llevado al alcalde a tomar medidas extremas, impensables en otras épocas de vacas gordas. Así las cosas, la villa, una de las señeras de la Cuadrilla de Rioja Alavesa, ya ha comenzado a vender alguno de sus bienes públicos, como unos aparcamientos subterráneos. Además, no descarta seguir buscando soluciones en esta línea si la situación no mejora en un futuro cercano. "Estamos gastando entre un 30% y un 40% menos en casi todo. Se hace un gran control del gasto corriente y se ha anulado casi todo lo relativo al tema de fiestas", explica el alcalde a este diario.

Y es que el déficit se sitúa en torno a los 1,5 millones de euros y se deben, en gran parte, a los gastos de mantenimiento de las diversas infraestructuras, pero también en "inversiones innecesarias" realizadas en diversos actos lúdicos. Uno de los más llamativos se refiere al Día del Gaitero, que habitualmente organizaba una asociación local y que en las dos últimas ediciones había corrido a cargo del Consistorio de Laguardia de manera directa. En ese sentido, la subvención de 1.500 euros destinada habitualmente a este evento subió hasta los 25.000 euros al incluirse en la partida correspondiente el transporte, las dietas y el alojamiento de los participantes en una de las citas culturales más importantes de la comarca.

Otro gasto se refiere a los 180.000 euros pagados a tres bufetes de abogados para tratar los temas legales municipales o el gasto en vaquillas de 3.250 euros, al que tendrá que hacer frente la actual Corporación en el Día de Acción de Gracias. Esta realidad ha llevado a que varios distribuidores se estén negando ya a relacionarse de nuevo con el Ayuntamiento debido a los impagos acumulados.

Por eso, el primer edil Amézaga lamenta que el anterior equipo de gobierno a cargo de la jeltzale María Jesús Amelibia hiciera caso omiso de la recomendación de la Diputación de aplicar un plan de saneamiento con control del gasto. La esperanza se centra ahora en los beneficios que generen en la localidad la posible instalación de empresas de todo tipo en el nuevo polígono industrial Casablanca II, terrenos que se han implementado en las afueras del pueblo, en la carretera que une la villa con la capital riojana.

Una vez comprobada la opinión de los actuales gestores municipales, este diario se intentó poner en contacto con la responsable que gestionó el Ayuntamiento la pasada legislatura. Sin embargo, esa comunicación no fue posible.

Cruce de números En una situación similar se encuentra Agurain. El Ayuntamiento liderado en la actualidad por la primera edil de Bildu, Maider García de Bikuña, tras lograr la mayoría absoluta en las pasadas elecciones municipales y forales se encuentra ya a la espera del resultado de una auditoría que señale la situación real de las arcas de su municipio. Aunque de antemano, los nuevos munícipes barruntan que el estado del erario no es demasiado halagüeño. Así, al menos, lo señaló el diputado de Administración Foral al señalar a este municipio de la Llanada como uno de los más comprometidos. No en vano, la deuda acumulada por la localidad de la Llanada ronda los 3,2 millones de euros.

En ese sentido, desde el actual equipo de gobierno se indica que la anterior gestión municipal dejó deudas de gastos corrientes de los años 2008, 2009, 2010 por un importe de más de un millón de euros. Según el Ejecutivo local, son deudas que se tienen con asociaciones culturales, deportivas, comercios y pequeñas empresas del municipio y de fuera de él, "que lógicamente se reclaman a diario".

Además, desde Bildu se reitera el discurso al indicar que esas deudas están generando intereses por demoras en el pago, que suponen más de lo mismo. "Sirva como ejemplo el caso de una empresa a la que se ha debido abonar 17.000 euros sólo en concepto de intereses por demora", explican a este diario fuentes de la formación.

Bajo el mismo discurso, el actual gabinete certifica que existen pagos pendientes de más de dos millones por obras finalizadas o por aquéllas que están realizándose en este momento. De estos compromisos pendientes también se están derivando demandas de intereses a través de vía judicial, como en el caso de un empresa que reclama 86.000 euros sólo en ese concepto. "Estamos hablando de una deuda total heredada de la anterior legislatura de, cuando menos, 3,2 millones de euros. Durante los últimos años la diferencia entre ingresos y gastos corrientes ha ido dejando un margen de ahorro pequeño que era el que definía la inversión que el Ayuntamiento podía realizar", apuntan las mismas fuentes.

Pese a tales consideraciones, lo de la percepción de la situación de las arcas municipales es como los gustos: cada uno tiene el suyo. De ahí que el anterior equipo de gobierno, liderado por Iñaki Beraza, justifique que al cierre del ejercicio 2010 se produjo un aumento del patrimonio y que se prevea un nuevo incremento de este concepto para el presente año en base a los 100.000 metros cuadrados de suelo industrial que confían adquiera el Gobierno Vasco. Asimismo, asegura que el gasto corriente del pasado ejercicio tendría un saldo más que positivo. "Al Ayuntamiento le sobran 985.613 euros para el mantenimiento de su personal y servicios. Tendríamos un sobrante significativo", añade Iñaki Beraza.

Ante la argumentación del histórico alcalde, Bildu se aferra a su ideario para acusar a éste de "un total desconocimiento" de la realidad de la Hacienda municipal "al intentar mezclar todo lanzando cifras sueltas con la clara intención de ocultar dicha realidad ante la ciudadanía de Agurain. Con esa cifra de 985 000 euros parece estar refiriéndose a la cantidad que el Ayuntamiento va a recaudar durante este año 2011 en concepto de contribución urbana y rústica, pero con ello por un lado hay que hacer frente al gasto corriente del Ayuntamiento en los próximos meses, a todas las deudas y a iniciativas que la actual Corporación pretende poner en marcha".

En cualquier caso, el antiguo primer edil justifica parte de esos 3,2 millones de euros de euros debido a "gestiones que no han sido realizadas por este Ayuntamiento". Entre ellas, se refiere al pago de un millón de euros por un juicio perdido debido a la defensa del justiprecio propuesto por el Gobierno Vasco relativo a la expropiación de terreno del cementerio. Además, también acusa al actual equipo de gobierno de Bildu de buscar financiación únicamente a través de los estamentos bancarios en lugar de recurrir, por ejemplo, a la venta de terreno industrial.

Sin embargo, la opinión de Beraza choca con el discurso de la coalición que ahora gobierna el Ayuntamiento de Salvatierra. En ese sentido, el actual equipo de gobierno justifica que la Corporación anterior "no quiso tener en cuenta ese margen de ahorro-capacidad de inversión y decidió seguir invirtiendo por encima de las posibilidades financieras del Ayuntamiento y hacerlo sin solicitar préstamos, es decir, sin tener concretado con qué dinero financiar todas esas nuevas obras y el mantenimiento que de ellas se derivaban. Como continuación de esa forma de gestión, han ido utilizando el dinero con el que había que pagar los gastos corrientes y otras obras ya comprometidas".

Por todo ello, los responsables de Bildu no ocultan su desazón ni quien, a sus ojos, es responsable de la misma. "Estamos ante una mala gestión municipal, que está ya teniendo sus primeras consecuencias graves. Pero sobre todo estamos ante una gestión que ha tenido como característica prioritaria traspasar dinero público a empresas de construcción".