Logroño/vitoria. El alcalde de Oion, Rubén Garrido, mantiene la huelga de hambre que comenzó el miércoles para tratar de presionar en busca de una solución a la crisis sanitaria que afecta desde septiembre a alrededor de 400 pacientes de Rioja Alavesa, a los que ha dejado sin atención médica especializada en Logroño. En su nuevo hábitat, en plena plaza del Espolón logroñés, se mostró ayer decepcionado tras conocer la cerrazón del presidente de La Rioja, Pedro Sanz. "No hay mucho talante político, no hay mucho talante personal y, entendiendo que esto es de sentido común, si él (el jefe del Ejecutivo riojano) se mantiene en esa postura, yo me mantengo en la mía y aquí estaré hasta que él se haga cargo o quien entienda oportuno que debe afrontar este tema para dejar de someter a la presión que estamos sometidos todos los riojanoalaveses".
Rubén Garrido, que se encontraba ayer arropado por numerosos amigos y vecinos de Rioja Alavesa, no ocultó la mala impresión causada por las palabras del líder conservador riojano, que milita en el mismo partido que él: el PP. "Esperaba bastante más a nivel político y personal de Sanz, que ha errado" en su decisión de no prestar asistencia sanitaria a sus vecinos y al resto de la Rioja Alavesa. "Se está reforzando en su posición y a mí me parece, de alguna manera, una posición lamentable", consideró el alcalde, que no quiso responder a la pregunta de si "va a pedir amparo" a Mariano Rajoy, líder del partido en el que él y Pedro Sanz militan. Contestó que espera que llegue "la cordura" y el "sentido común por todas las partes. Pero cada día que esto se alarga tiene que sonrojar a alguien".
Por otra parte, el PNV, Bildu y el PSE-EE del Ayuntamiento de Oion denunciaron ayer que Garrido ha "utilizado" el Pleno municipal para "difundir una decisión personal e inamovible, realizar públicamente un discurso populista" y "hacer demagogia en los medios" respecto al conflicto sanitario entre La Rioja y Euskadi. Según informaron los portavoces de la oposición, el primer edil defendió el pasado jueves en el Pleno municipal el derecho del Gobierno riojano a no atender a los pacientes de Rioja Alavesa, aludiendo a que "cada comunidad debe atender a los suyos".
Sin embargo, afirmaron que en un Pleno extraordinario celebrado el lunes el alcalde leyó un comunicado diciendo que no se podía romper la cohesión sanitaria y donde impidió hablar a la oposición. "El alcalde, en una decisión absolutamente censurable, no dio el uso de la palabra a la oposición dando por concluido el Pleno, con el consiguiente enfado y desconcierto de los miembros del resto de grupos políticos", explicaron.