madrid. La planta nuclear de Santa María de Garoña realizó ayer su preceptivo simulacro anual en el que un supuesto terremoto provocó la parada automática del reactor tras la pérdida de alimentación eléctrica exterior. Durante el ejercicio, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) recomendó a la Subdelegación del Gobierno en Burgos la activación del Plan de Emergencia Nuclear de Burgos, en situación 2, lo que implicaría el confinamiento de la población, el control de acceso a la planta en un radio de diez kilómetros y el reparto de tabletas de yodo estable.

El ejercicio se inició a las 9.20 horas con la notificación al CSN, por parte de la central, de la parada automática del reactor ocasionada por la pérdida de alimentación eléctrica exterior tras ocurrir un terremoto en la zona. Un suceso de esta naturaleza habría sido clasificado como accidente de nivel 5 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).

El Consejo de Seguridad Nuclear realizó el seguimiento de la situación desde su Sala de Emergencias. La subdelegación del Gobierno en Burgos, de forma preventiva, declaró la situación 3 del Plan de Emergencias de Burgos, lo que habría supuesto la evacuación de la población en un radio de diez kilómetros.