vitoria. El recorte de tres millones de euros en políticas lingüísticas, la modificación de la Ley del Comercio para que las tiendas no se vean obligadas a atender en euskera o el trilingüismo proclamado por Isabel Celaá son algunos ejemplos aportados ayer durante el congreso de Euskaltzaindia como posibles ataques a la lengua. Los ponentes pusieron sobre la mesa medidas para que se garantice el uso y el conocimiento del euskera, aunque recordaron que éstas no serán efectivas mientras la sociedad se mantenga confrontada.
Los expertos demandaron un modelo intermedio entre quienes defienden a ultranza la euskaldunización total de la población y los que consideran esta lengua como una imposición. "Hay que conseguir un equilibrio entre los dos idiomas, acabar con los prejuicios y aceptar que el euskera no es sólo de los euskaldunes, como el vino no es sólo de Rioja Alavesa", señaló Iñaki Martínez de Luna.
Para el sociólogo, los alaveses tienen que entender el euskera como un patrimonio cultural, pero aceptando a su vez que no es la única lengua propia del territorio. "Es necesario no discriminar y defender la igualdad, pero en los dos sentidos", señaló. En este sentido, y para fomentar su conocimiento, abogó por tomar como marco de referencia algunas de las conclusiones adoptadas en Cataluña por la Plataforma por la Lengua, que propone recompensar el esfuerzo de quienes deciden aprender euskera.