vitoria. La marihuana está de moda. Eso es al menos lo que reflejan los datos proporcionados por el Departamento de Interior del Gobierno Vasco, de los que se desprende que el número de kilos incautados a particulares (en domicilios, parcelas u otras propiedades) por la Ertzaintza en 2010 se incrementó en un 426% con respecto al año anterior. En concreto, si en 2009 se incautaron de 43,726 kilos en Euskadi, el año pasado lo hicieron de 186,535.

Por territorios, es Gipuzkoa el lugar en el que más marihuana confiscó la Policía autonómica el año pasado en términos absolutos, 130,874 kilos, frente a los 29,402 del año anterior, es decir, un 445% más. Este porcentaje asciende hasta el 501% en el caso de Bizkaia, donde en 2010 se requisaron 49,346 kilos, 39,501 más que un año antes; mientras que en Álava el aumento de la cantidad de marihuana decomisada no fue tan espectacular como en el resto de los territorios vascos. En su caso, la Ertzaintza se incautó de 4,478 kilos en 2009 y de 6,313, un 140% más, en 2010.

No obstante, a pesar de los porcentajes que se derivan de estas cifras, el Departamento de Interior puntualiza que "la diferencia no es tanta". En este sentido, el jefe de Drogas de la comisaría de la Ertzaintza de Bilbao explica que, si bien las diferencias son grandes, "en una plantación hermosa puedes tener un centenar de kilos de marihuana".

Este responsable achaca el crecimiento de estas plantaciones al elevado precio de otras drogas, como el hachís, que ha provocado un aumento de la demanda de marihuana. "Hace unos años se regalaba, no tenía demanda. Como consecuencia de que el hachís se ha ido encareciendo y de que su calidad es reducida, hay muchas personas que han comenzado a consumir marihuana. Además, entonces era mucho más barata y, aunque ahora se ha encarecido, no cuesta tanto como el hachís. Así, cada vez hay más personas que se arriesgan a poner una plantación y luego vender la marihuana porque cada vez genera más dinero", explica a ese respecto el jefe de Drogas de la citada comisaría.

Y es que la mayor parte de las personas que cultivan esta planta lo hace por dinero. "El grupo más minoritario es el de las que lo hacen por motivos de salud, por algún tipo de enfermedad que les produzca dolor y les lleve a utilizar la marihuana para calmarlo. La mayor parte de la gente la cultiva para vender y enriquecerse. Además, cada año sube su precio sin haber mejorado su calidad", comenta.

baja calidad Respecto al tipo de plantaciones que se detectan, desde Interior indican que se pueden encontrar algunas con "media docena de plantas y otras que pueden tener un centenar". "Si la marihuana se planta en la calle a temperatura ambiente puede dar una cosecha al año, pero si se hace en otro tipo de circunstancias se pueden conseguir hasta dos o tres al año", añade.

Según los datos proporcionados por la Ertzaintza, sea septiembre el mes en que el que más decomisos se producen en Euskadi: el año pasado, 80,772 kilos; y, en 2009, 23,112; frente a los dos, tres, cuatro o hasta ocho kilos de otras épocas del año. "Por eso estos días ha sido noticia la cantidad de requisamientos que se han producido", señala el responsable.

Sin embargo, desde esta comisaría se apunta que la calidad de la marihuana que se planta en nuestro entorno es "muy baja". "La semilla puede ser buena, pero nuestro entorno no es el mejor para el desarrollo de la planta. Cuando se planta en la calle, la marihuana necesita una humedad determinada, una temperatura adecuada, un riego... y aquí no es habitual. Por ello, aunque nos podamos encontrar grandes cantidades de marihuana, la toxicidad que generan estas plantaciones no es muy elevada", dicen.

En cuanto a las personas que cultivan la marihuana en este tipo de plantaciones, la Ertzaintza explica que, "habitualmente, es gente de aquí". "Normalmente tiene relación con el monte o con las huertas. Una persona de ciudad es muy difícil que vaya a coger una azada para hacer poner una plantación", agregan en ese sentido.

colaboración ciudadana Pero, ¿cómo se detectan estas plantaciones? El responsable de Drogas de la comisaría vasca asegura que, en ese aspecto, la colaboración ciudadana es muy importante, "cada día más". "Muchas veces nos avisan personas que tienen huertos o terrenos que hacen muga con esas plantaciones y que les molestan, porque aparecen gentes extrañas por la zona o por el olor, que según el tamaño del cultivo puede ser muy fuerte", aclara.

Asimismo, se decomisan otras por investigaciones de la propia Policía vasca. "Hay investigaciones, se hacen seguimientos a personas y, sobre todo, ahora el olor delata y son bastante fáciles de detectar". A pesar de ello, desde Interior reconocen que lo más común es que se hagan plantaciones pequeñas ubicadas en lugares escondidos. "Siempre están escondidas por miedo a la Policía o a otras bandas", aseveran.

Las grandes plantaciones, "donde no cabe duda de que su fin es el enriquecimiento", pueden conllevar penas de entre uno y tres años de cárcel, recuerda la Ertzaintza.