Bruselas. Europa seguirá cofinanciando la construcción de la red ferroviaria vasca. La Comisión Europea renovó ayer su compromiso con el corredor atlántico, que conectará en el futuro Portugal con Francia a través de Euskadi, y confirmó que seguirá siendo uno de los ejes prioritarios en su política de transportes. Esto significa que habrá nuevas subvenciones europeas para los proyectos ligados a la Y vasca si el Gobierno español mantiene en el futuro su compromiso político. De momento, el ministro de Fomento, José Blanco, anunció ayer su intención de invertir 11.699 millones de euros hasta 2020 en el trazado atlántico, un 15% menos de lo que se destinará al corredor mediterráneo.

La idea central con la que trabaja Bruselas es poner el grueso de los recursos allí donde hay realmente un valor añadido para crear una red europea que conecte centros sociales y económicos con puertos y aeropuertos. Y a tenor de su decisión constata que la Y vasca, un paso clave para unir la península ibérica con Francia, lo merece. En total, entre 2014 y 2020, la UE invertirá 31.700 millones de euros -10.000 millones procedentes del Fondo de Cohesión y por tanto destinados solo a los países con una renta inferior al 90% del PIB europeo- en una red de transportes europea principal, más pequeña y mejor definida, que deberá estar completada para 2030.

La nueva red, negociada con los gobiernos y diseñada durante los dos últimos años, contará con 10 corredores en toda Europa entre los que figuran el atlántico y el mediterráneo. El primero, que conectará París, Burdeos, Dax, Irun, Donostia y Gasteiz terminará en Oporto tras cruzar Valladolid y Salamanca. Este eje incluirá también a Bilbao como nodo principal y a su puerto como una infraestructura básica para impulsar la economía, descongestionar las carreteras europeas y en definitiva promover la competitividad. Esto significa que se podrá cofinanciar su conexión ferroviaria a la Y vasca con ayudas europeas. En la lista de proyectos preseleccionados distribuida ayer por la Comisión Europea también se menciona explícitamente al tramo Bergara-Donostia-Baiona cuyas obras hasta el paso fronterizo estarán concluidas para finales de 2016. En el caso de Iparralde, la fecha prevista es 2020. En cuanto al segundo eje prioritario designado por Bruselas, el del mediterráneo, servirá para conectar Francia vía Barcelona y Valencia con Cartagena y Almería. Desde esta ciudad seguirá una ruta interior hasta Granada y de ahí a Sevilla.

Segunda red El plan incluye también una segunda red global que conectará con la principal y cuyo plazo de ejecución finalizará en 2050. En esta segunda división de proyectos, que no se financiarán con los 31.700 millones designados para la red principal sino con otros fondos, figura la creación de una travesía central a través de los Pirineos para unir Zaragoza con Pau. Un proyecto que Kallas descartó ayer porque no lo considera realista desde el punto de vista medioambiental ni de seguridad. En este nuevo mallado sí se contemplan otros ramales que ayudarán a conectar mejor Euskadi con el resto del Estado. Una de las líneas discurrirá a través de la costa y a lo largo del Cantábrico para unir Irun con Galicia. La segunda arrancará en Euskadi y terminará en Valencia. "Todo ello supone hacer realidad un mapa mallado con cinco grandes corredores multimodales (mediterráneo, central, atlántico, cantábrico-mediterráneo y atlántico-mediterráneo) conectados entre sí y que en algunos casos compartirán tramos", apuntó Fomento. Para hacer este mapa realidad, el Gobierno español invertirá 49.800 millones de euros entre 2014-2020. El grueso del dinero, 19.424 millones, irán destinados al corredor mediterráneo mientras que el corredor atlántico recibirá un total de 11.699 millones de euros. El montante restante irá al corredor cantábrico-mediterráneo (13.168 millones de los cuales 1.029 irán a la Y vasca), al atlántico-mediterráneo (6.025 millones), y al central (11.621 millones).