vitoria. Cada vez que se produce un accidente aéreo, resulta inevitable echar la vista atrás y recordar otros que tuvieron lugar en sus cercanías. Para hallar el último antecedente en tierras alavesas es necesario retroceder en el calendario hasta julio de 2007, cuando un vecino de Yécora resultó herido de gravedad al estrellarse en un campo de cereal con su ultraligero cuando volaba por la zona de Rioja Alta, cerca del aeródromo de San Torcuato. Al accidentado, de 45 años, se le fracturó una pierna. En cuanto al aparato, quedó convertida en un amasijo de hierros.

El año anterior, 2006 resultó especialmente trágico en este aspecto. El 30 de diciembre, en plenas navidades, dos vecinos de Trebiño murieron al desplomarse su avioneta junto a la localidad riojana de Bañares. Las víctimas, un hombre y una mujer, despegaron desde el aeródromo de San Torcuato (La Rioja) en dirección hacia Burgos en una aeronave ultraligera, pero se toparon con turbulencias y anunciaron su intención de regresar al aeródromo. No lo lograron.

Dos meses antes, tres ciudadanos alemanes, dos hombres y una mujer, fallecieron al estrellarse la avioneta en la que viajaban en la Sierra de Cantabria, entre los municipios alaveses de Lagrán y Laguardia. Al parecer, el aparato se estrelló en una zona de dificil acceso en la que se habían instalado bancos de niebla. Además, el aparato pudo verse sorprendido por los fuertes vientos que azotaban el territorio. Los servicios de rescate tardaron cuatro horas en llegar al lugar del suceso.

En octubre del año pasado, Navarra también registró un accidente aéreo mortal. El monte Alkurrunz, de 934 metros y situado en el término municipal de Amaiur, dentro del valle de Baztan, representó un obstáculo insalvable para una avioneta de matrícula francesa que acabó estrellándose contra su falda este por culpa de la densa niebla. Los tres ocupantes del pequeño aparato monohélice, todos varones y de nacionalidad gala, fallecieron en el acto. La avioneta accidentada formaba parte, junto con otros catorce aparatos, de un rally benéfico que partió del aeródromo de Lézignan-Corbières y tenía prevista su conclusión en Senegal.