MADRID. Los agentes sospechan que la banda, integrada por ciudadanos de países de Europa del Este, podría ser la responsable, entre otros, de una veintena de asaltos cometidos el pasado verano en restaurantes del País Vasco como Arzak, Akelarre, Berasategui y Saltxipi.
Además de en el País Vasco -Gipuzkoa y Álava-, los investigadores imputan a los arrestados otros robos en Burgos, Guadalajara, Madrid y Gerona.
Cuando la banda obtenía un botín importante en sus golpes, sus integrantes se marchaban a sus países de origen durante una temporada, donde vivían desahogadamente.
Las detenciones se han realizado de madrugada en las proximidades de sus domicilios en Madrid, cuando regresaban de un robo en una empresa ubicada en un polígono industrial de Leganés (Madrid).
En el momento de su arresto, los agentes les han intervenido dinero, así como guantes, pasamontañas, equipos de transmisiones e inhibidores de frecuencia.
Según ha informado la Guardia Civil, las investigaciones se iniciaron el pasado mes de marzo cuando el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de Alicante detectó que un grupo organizado, asentado en Madrid, estaba cometiendo robos mediante el procedimiento del butrón en empresas y locales de ocio de la zona de Levante y también en otras provincias.
Gracias al intercambio de información con la Ertzaintza y los Mossos d'Esquadra sobre los delitos cometidos en el País Vasco y Cataluña, la Guardia Civil localizó en Madrid los domicilios de los integrantes de la banda, que se desplazaban a diario a las provincias donde perpetraban los asaltos.
Durante el día, el grupo viajaba a los lugares donde actuaba para reconocer polígonos industriales o locales donde cometer los robos.
Una vez realizado el estudio previo, como medidas de seguridad, vías de escape o grosor de las paredes que iban a perforar, se alojaban en hoteles o pensiones de la zona hasta cometer el golpe por la noche.
Cometido el robo, regresaban a sus domicilios en Madrid, aunque antes depositaban el material utilizado -mazas, martillos neumáticos, palanquetas, radiales-, en zulos preparados en el monte o descampados próximos a los establecimientos asaltados.
Además, para evitar su detención, los ahora arrestados, que contaban con más de un centenar de antecedentes policiales y judiciales, cambiaban con frecuencia de domicilio o se alojaban en viviendas compartidas con otras personas sin vínculos con la red.
En sus desplazamientos, utilizaban vehículos adquiridos a terceras personas, a los que no se les había realizado la correspondiente transferecia, complicando de esta manera su identificación.
En otras ocasiones empleaban otros alquilados con documentación falsa de diferentes nacionalidades.
Durante los cuatro registros domiciliarios llevados a cabo en Madrid se han intervenido herramientas utilizadas en la comisión de los robos, material electrónico y ordenadores, documentaciones falsificada, dinero en metálico, inhibidores de frecuencia y radiotransmisores.