donostia. Mayores oportunidades de empleo, más programas de formación profesional y ocupacional, y aumento de los recursos residenciales son algunas de las reivindicaciones de las asociaciones de familiares de enfermos mentales de Euskadi, Fedeafes, que agrupan a unos 3.600 afectados en el País Vasco. La presidenta de la Federación vasca, María Ángeles Arbaizagoitia, junto al responsable de la agrupación de Gipuzkoa, Vicente Araeta, presentaron ayer los actos organizados del 10 al 15 de octubre con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, en una comparecencia a la que también asistieron el viceconsejero vasco de Sanidad, Jesús María Fernández, y el diputado foral de Política Social, Ander Rodríguez.
Las demandas de los familiares persiguen lograr que estos puedan tener "una vida normalizada como ciudadanos", dijo Arbaizagoitia, quien también llamó la atención sobre la necesidad erradicar "el estigma y la discriminación" que sufren estas personas.