Vitoria. Aunque Murua abordó numerosas materias en su cita con este periódico, el desarrollo de la enfermería en salud mental centró el congreso. Su primera edición se celebró hace ya 23 años, en 1988.

¿Cómo ha evolucionado su especialidad durante tanto tiempo?

Fundamentalmente, ha habido una evolución notable en el enfoque de las materias en la universidad, que es muchísimo más enfermero. Además, se ha introducido la investigación como algo importantísimo para basar nuestras intervenciones en evidencias científicas, hemos empezado a ver nuevas competencias a nivel asistencial, como la gestora de casos con los pacientes crónicos o la indicación de productos sanitarios, y han comenzado a utilizarse metodologías y lenguajes enfermeros.

¿Puede decirse que han encontrado su lugar en la red de salud mental?

El modelo comunitario comienza en los años 80, y a nivel profesional el trabajo que se realizaba dentro de un hospital psiquiátrico era muy distinto al que ahora se hace en el hospital y los centros de salud mental. Las enfermeras estamos encontrando el camino, pero hay que seguir avanzando. Ahora mismo, uniéndolo a la estrategia de cronicidad del Gobierno Vasco, nuestro papel va a ser muy importante, porque la mayoría de nuestros pacientes son crónicos. También es muy importante que la especialidad vaya a ser de dos años y con unidades multiprofesionales. Vamos a hacer nuestra formación en común con el resto de profesiones sanitarias con los que trabajamos, psicólogos y psiquiatras. Esto ayudará a que el trabajo sea más completo y podamos dar una respuesta integral al paciente.

¿Son suficientes las cerca de 70 enfermeras especialistas que hay actualmente en Álava?

Siempre se pueden necesitar más, pero con una buena planificación estamos haciendo bien el trabajo. Por supuesto, a medida que nos vayamos adaptando a los nuevos tiempos y dependiendo de las necesidades de los pacientes tendremos que estructurar las plantillas. Pero a veces no se trata sólo de aumentar, sino de planificar bien la atención que vamos a dar y cómo la vamos a dar.

¿Qué es, a día de hoy, lo que más les quita el sueño dentro del amplísimo espectro de pacientes que atienden?

Me preocupa muchísimo dar una buena atención a los pacientes con trastornos mentales graves, como la esquizofrenia o los trastornos de personalidad. Valorarlos de forma integral y poder coordinarnos con la atención primaria y la especializada para dar respuestas al paciente como paciente, no en función de una patología. Debemos hacerles partícipes de su proceso. También me preocupa el tema de la prevención y la promoción de la salud, porque vemos a muchas personas jóvenes con problemas psíquicos importantes, como la patología dual. Son retos que debemos ir abordando de forma multiprofesional. Y, por supuesto, hay que saber abordar otras patologías que pueden surgir debido a los momentos sociales que estamos viviendo.

¿Por ejemplo?

Personas desarraigadas por la inmigración, otras que lo están pasando muy mal a nivel económico... Debemos responder ante ellos no sólo como profesionales de salud mental sino como sociedad.

Volviendo al tema de la prevención, ¿cómo valora la relación de los jóvenes con el consumo de tóxicos?

Enseñar a los chavales desde muy pequeñitos cómo pueden influir esas sustancias en su organismo y en su psique es un papel de los profesionales sanitarios. Tenemos que enseñar a la gente a decir no, a adaptarse a los cambios y a los problemas que les van a ir surgiendo en la vida.

¿Qué retos de futuro se marca su organización?

Uno de los principales es el tema sociosanitario. También, la puesta en marcha del centro de adicciones en el nuevo centro de salud de Lakua. Otra es la concentración de las consultas de salud mental en dos centros -Salburua y Zabalgana- con una cartera de servicios común, nuevos problemas de abordaje a personas mayores, a deficientes mentales... Estamos abordando bastantes retos. No nos vamos a aburrir (ríe).

¿Se han dado pasos ya para avanzar en esta integración?

Por el momento, se han constituido varios grupos de trabajo multiprofesionales para ir abordando estos temas y, a futuro, dar la mejor asistencia posible al paciente, que es nuestro objetivo final.