vitoria. En tiempos en los que la Diputación ha reconocido un desfase en los Presupuestos de 40 millones de euros, el Gobierno Vasco ha solicitado un recurso a deuda por 1.050 millones de euros y va a tener unos 600 millones menos de ingresos y el Ayuntamiento debe hacer frente a un agujero de 25 millones, las inversiones se miran con lupa. Ello ha condenado a varios proyectos a dormir el sueño de los justos esperando una época de brotes verdes que permitan pensar más en el futuro que en cómo superar el presente. Esto ha llevado a que iniciativas como la de la creación de un parque provincial de bomberos que aunara la central foral y la de la capital se descartara. El gabinete Agirre ya anunció cómo desearía que fuera la nueva red de extinción y prevención de incendios. Un sistema compuesto por seis Unidades Comarcales de Extinción de Incendios (UCEI), el Consorcio de Ayala y un parque central.

La realidad económica ha marcado una realidad diferente. A día de hoy, tan sólo tres de los centros previstos se encuentran en marcha, los correspondientes a Laguardia, Espejo y Agurain, a los que se sumará en breve el de Kanpezu. Más lejos en el horizonte quedan los proyectos de Legutio e Izarra, que servirían para completar la planificación territorial.

Pero si esto parece un sueño en la situación actual, la realidad del parque central se eleva a la condición de quimera. Este proyecto ya ha sufrido la lentitud burocrática, entre otras cosas, para conseguir el plan de emergencia, además de la clara indeterminación municipal para ayudar económicamente a sacar adelante el centro.

La construcción de este parque, el segundo de Vitoria, pero que también acogería el servicio foral, permitiría disminuir la sobrecarga que supone para los profesionales de la capital el convenio que les vincula a asistir las emergencias de ciertas localidades. De hecho, no hay que olvidar que de los siete millones de euros reservados en las Cuentas forales para hacer frente al fuego en el territorio, cinco millones se destinan a financiar las labores de los Bomberos de Vitoria y el Consorcio de Ayala.

menos personal La dilación en la construcción de algunas de las unidades comarcales de extinción de incendios y el descarte de la idea de un parque foral en uno de los nuevos barrios vitorianos no son los únicos recortes a los que ha tenido que hacer frente el Ejecutivo foral debido a la crisis. De hecho, cuando el gabinete Agirre presentó la pasada legislatura la dotación de recursos que correspondería al servicio estimó que serían unos 107 profesionales los que se dedicarán a ello. En principio, una docena de bomberos por cada una de las seis UCEI, a los que se sumarían los 35 del Consorcio de Ayala. Además, a estos habría que añadirles los que constituyeran la central del servicio en la capital.

Estos números no sólo se verán disminuidos por el descarte del proyecto gasteiztarra, sino también porque la realidad ha demostrado que finalmente son nueve bomberos profesionales los que estarán de servicio en cada una de las UCEI.