BILBAO. Donostia y Bilbao son las dos ciudades vascas que más se han esforzado en reducir la cantidad de basura, aproximadamente un 10 por ciento por habitante y día, desde el año 2008. Aún así, es en la capital alavesa donde cada ciudadano tira menos basura al día, 1,06 kilos frente a los 1,26 kilos de Donostia, 1,25 kilos de Bilbao y 1,24 de la media de ciudades estudiadas.

Según un informe realizado por Eroski-Consumer, recogido por Europa Press, en comparación con los datos facilitados en 2008, en la actualidad la producción de basura ha descendido un 4 por ciento en el conjunto del Estado.

De esta manera, el estudio ha comprobado que "poco a poco" nos vamos acercando a los objetivos contemplados en el Plan Nacional Integrado de Residuos Urbanos (PNIR), elaborado en 2011, que propone reciclar, para el 2012, el 80 por ciento del vidrio, el 75 por ciento de papel y cartón, además del 50 por ciento de los plásticos, entre otros objetivos.

En el informe, se han analizado los sistemas de recogida y gestión de los residuos urbanos de 18 ciudades españolas: La Coruña, Alicante, Barcelona, Bilbao, Granada, Logroño, Madrid, Murcia, Málaga, Oviedo, Pamplona, Donostia, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria y Zaragoza.

En Bilbao y Gasteiz (Donostia no aportó datos al respecto), se cumple con el número de contenedores que exige el PNIR, ya que de media se dispone de 1,31 recipientes de vidrio por cada 500 habitantes (la norma recomienda que sea uno y la media del estudio es de 1,24), 1,47 contenedores de papel y cartón cada 500 ciudadanos (tiene que haber uno, como mínimo, y la media nacional es de 1,47) y 1,03 contenedores de envases cada 300 personas (de nuevo, se establece que haya al menos uno y la media de las ciudades analizadas es de 1,36).

En las tres capitales vascas se han implantado sistemas de recogida neumática de residuos, consistentes en buzones donde la basura se aspira y se conduce de forma subterránea a un centro de almacenaje y retirada, con el que no es necesario ajustarse a un horario de depósito concreto.

La materia orgánica se recoge de manera selectiva a través de contenedores específicos de color naranja o marrón. Este sistema está implantado en Donostia, Bilbao y Gasteiz, aunque en las dos últimas no en toda la ciudad, sino solo en algunos barrios (en San Sebastián no se proporcionaron datos).