Madrid. El profesorado de la escuela pública volvió a expresar ayer su malestar contra las administraciones autonómicas con una quinta jornada de huelga en Madrid, un primer día de paro en Castilla-La Mancha, y el anuncio de las movilizaciones que sean "necesarias" en Baleares si continúan los "recortes".
Tanto la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, como la de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, pidieron "explicaciones" por una huelga que la gobernante madrileña considera "política". En Madrid, las movilizaciones emprendidas por los docentes "no tienen fin" ni "fecha de caducidad" salvo que se alcance un acuerdo, advirtió el secretario regional de UGT, José Ricardo Martínez.
"El PSOE y los sindicatos tendrán que explicar esta huelga política, que es un ataque frontal a la enseñanza pública", ha manifestado Esperanza Aguirre, en un "momento de crisis terrorífica".
La presidenta de Madrid se ha quejado de que se denomine "recortes" a las medidas de los gobiernos del PP mientras que "los que hace el PSOE", como bajar un 5% los salarios de los funcionarios, se llaman "ajustes".
Por su parte, el líder socialista de Madrid, Tomás Gómez, acusó a Aguirre de "ser incapaz de resolver el conflicto que ha generado" por una "agresión sin precedentes" a la educación madrileña, y le pidió que llegue a un acuerdo con los docentes.
La huelga de Secundaria y otras enseñanzas en Castilla-La Mancha fue convocado por STE, CCOO y UGT, mientras que las centrales regionales mayoritarias (ANPE y CSIF) confían en alcanzar acuerdos con la Consejería de Educación.
El paro ha estado acompañado de concentraciones ante las delegaciones de Educación de cada provincia castellano-manchega y acabará con sendas manifestaciones en las cinco capitales de provincia.
De Cospedal indicó que "algunos" tendrán que dar "muchas explicaciones" a los alumnos que no están recibiendo clase, al mismo tiempo que aseguraba que este curso están contratados 271 interinos más que el anterior.
En Baleares, los sindicatos rechazaron el "recorte" del gasto en educación que se viene produciendo desde la pasada legislatura, y anunciaron que organizarán movilizaciones si el Gobierno autonómico actual continúa esta política.
Representantes de los sindicatos leyeron un manifiesto frente a la sede del Ejecutivo balear para lamentar los efectos negativos en la atención del alumnado. Critican que haya "menos" profesores y aumente la carga lectiva, lo que tendrá como consecuencia pérdida de calidad, fracaso escolar y abandono prematuro de los estudios.