Madrid. Un hombre asesinó ayer a tiros a una mujer embaraza dentro de una iglesia de Madrid. Al parecer, el tirador podría ser la expareja de la fallecida, a la que se le practicó una cesárea que consiguió salvar la vida del bebé, para cuya fecha de nacimiento restaban apenas unos días.

Los hechos tuvieron lugar a las 20.00 horas en el interior de la parroquia Santa María del Pinar, en el número 7 la calle del Jazmín. A pesar del desconcierto reinante ante semejante crimen, los primeros indicios, informó el diario El Mundo en su edición digital, apuntaban a que el asesinato podría ser un caso de violencia machista.

De esta forma, el hombre entró armado en la iglesia y disparó contra la que podría ser su exmujer, que salía de cuentas en unos pocos días. Los disparos alcanzaron de lleno a la víctima que falleció casi de inmediato. Además, las balas hirieron a una segunda víctima en el tórax, cuya identidad o relación con el altercado se desconocía a la hora del cierre de este periódico. La segunda mujer fue trasladada por equipos del Samur al Hospital de La Paz en estado grave.

Según relataron varios testigos presenciales, el asesino, tras consumar la muerte de su excónyuge, se acercó al altar, donde se arrodilló, se metió la pistola en la boca y se pegó un tiró, cayendo muerto en el acto.

El bebé, no obstante, pudo ser salvado gracias a la valiente decisión del personal del Samur, que practicó in situ una cesárea al cuerpo sin vida de la madre y, posteriormente, trasladaron al recién nacido al hospital, donde permanece en una incubadora por precaución.

Igualmente, y según fuentes de Emergencias Madrid, los psicólogos del Samur atendieron a las personas que se encontraban en el interior de la parroquia a la hora del suceso.