SANTANDER. "Es una pasada y nuestros amigos de otros colegios dicen que tenemos mucho morro", comenta Marta mientras abandona el instituto con su amiga con una tabla de surf bajo el brazo en dirección a la playa del Sardinero.

La expectación y la ilusión de los 17 alumnos matriculados en el programa de aprendizaje "Actividades Acuáticas para la construcción de un ocio alternativo, activo y saludable" era hoy evidente y, entre cierto revuelo mediático, todos ellos procuraban prestar atención a sus monitores y profesores para recibir la primera clase de surf.

Lo primero, una breve lección teórica en un aula del instituto, reparto de libros elaborados para la ocasión y presentación de la asignatura que, además de surf, incluye buceo, vela, salvamento y socorrismo.

Después, los chavales se enfundan en sus nuevos trajes de neopreno y tienen su primer contacto con las ansiadas tablas de surf que, por parejas, se encargan de trasladar desde el instituto hasta la cercana playa del Sardinero.

"Hoy vamos a explicar cómo manejar la tabla, cómo tumbarse, dónde situar el cuerpo, la remada y, si hay suerte y tenemos alguna ola, cómo ponernos en pie", declara a la Agencia Efe Iván García Lozano, el monitor contratado por la Federación Cántabra de Surf que colabora con el instituto en esta novedosa iniciativa y que convierte al centro en el primero de España en incorporar el surf como asignatura.

Y, para los responsables del curso, las bondades de aprender a hacer surf son evidentes. "No solo hacen deporte, sino que además disfrutan de la naturaleza y aprenden a valorar el entorno", explica el monitor, quien destaca los beneficios de aprender a vivir de forma saludable y compartiendo con el resto de compañeros.

Esta iniciativa novedosa en España no lo es en otros países de tradición surfera, como es el caso de Australia o Nueva Zelanda, donde el surf forma parte de los programas educativos. El profesor de Educación Física del Instituto Las Llamas, Juan Urtuai, explica que la asignatura cuenta con una evidente parte práctica -en la que se evalúa las habilidades motoras de los alumnos- pero también una teórica que culmina con un examen tipo test que preparan con un libro en el que, por ejemplo, se explica qué es un "wipe-out" o un "cut-back".

Y es que, aunque los alumnos coinciden en señalar que las tradicionales asignaturas como física o francés son muy importantes, todos coinciden en lo mismo: "¿Qué te gusta más, una clase de matemáticas o de surf? De surf, por supuesto".