vitoria. José Ángel Cuerda ha sido, es y será parte de la historia viva de la capital gasteiztarra. Es el arquitecto de la ciudad actual, al menos, sobre el papel. A él se le debe la política decidida por los centros cívicos y por un urbanismo amable. Por ello, ayer su Gasteiz le quiso reconocer los honores. Lo hizo con la entrega del Celedón de oro 2010 en una emotiva ceremonia que tuvo lugar en el Teatro Principal.

El acto fue sencillo, al igual que la ofrenda de floral previa que el exprimer edil gasteizatarra realizó ante la Virgen Blanca en la capilla de San Miguel. Pero eso fue al mediodía. Ya a la tarde, a partir de las 20.00 horas, el galardón se le entregó al final de un concierto que protagonizaron la Banda Municipal de Música -dirigida por Hilario Extremiana-, la Academia Municipal de Folklore; la Sociedad de Arte Popular Indarra, y la Coral Samaniego. Entre todos interpretaron temas populares como Caza del oso, Del solar alavés, Pensando en tus amores, Lau urtaroan azkena, Fiesta de calle, Gaztelugartxeko martxa o Cuadros vascos de autores queridos y reconocidos en estos lares como Luis Aramburu, Alfredo Donnay, José Franco, Kepa Junkera o Jesús Guridi.

Sea como fuere, José Ángel Cuerda, el primer alcalde de la capital alavesa en democracia, recibió el Celedón de Oro 2010 en reconocimiento a una trayectoria que sigue coleccionando méritos por su implicación en los asuntos que atañen al día a día de la ciudad. "José Ángel hizo la ciudad que disfrutamos hoy y diseñó la Vitoria del futuro", manifestó en su momento el presidente de la institución Celedones de Oro, Javier Cameno.

El exprimer edil sucede como Celedón de oro a Sátur García, que el año pasado recibió el galardón por su desinteresado trabajo en favor de los más necesitados. Precisamente ahora Cuerda, en su faceta más social, impulsa un centro de acogida para indigentes en Betoño. Nacido en Gasteiz en 1934, alcalde de la ciudad durante cinco legislaturas y una anterior como concejal y presidente de su comisión de Urbanismo, "supo ganarse el reconocimiento de todos sus ciudadanos", según recordó Cameno.

Según los organizadores, es "Vitoria una ciudad abierta a todos, acogedora, cordial, amable, humanitaria y solidaria, con una alta calidad de vida, un urbanismo ejemplar, con innovadoras zonas peatonales, con una rehabilitación integral del Casco Medieval que ha sido alabada por arquitectos universales y con el logro de la ciudad europea de más espacio verde en los años 80". Esos méritos son, precisamente, los que se recogen en el acta de concesión del nuevo Celedón de oro.