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Plazas a ocho euros para viajar en octubre en más de 500 rutas europeas de Ryanair. ¿Una oferta irresistible? Y seguramente con truco. La compañía irlandesa, que transportó el año pasado a más de 73 millones de pasajeros y que, en plena crisis, con los competidores en pérdidas, anuncia beneficios, se ha consolidado como la mayor aerolínea de bajo coste de Europa, pero también se ha ganado a pulso ser la que acumula mayor número denuncias. Y es que el low cost se acompaña de cero servicios y muchas incomodidades para el cliente. De hecho, a pesar de su éxito comercial, es probablemente una de las líneas que concitan más odios. Las nulas prestaciones (hay que pagar prácticamente por todo: elección de asiento, embarque preferente, facturación de equipaje, pago con tarjeta de crédito...), y a menudo, las prácticas abusivas y la publicidad engañosa, la han metido de lleno en la lista negra de aerolíneas.
El inventario de sus extravagancias resulta casi infinito. En 2008, Ryanair probó a decir que iba a regalar servicios sexuales con sus vuelos y coló. En 2010, se aventuró a afirmar que no entendía por qué los aviones llevan dos pilotos si con uno vale y coló. En 2009, aseguró que cobraría tarifas especiales para gordos y medios de todo Europa recogieron el guante.
Y es que poca cosa puede sorprender a los sufridos pasajeros de una compañía que opera más de 1.500 vuelos diarios con 45 bases y más de 1.300 rutas a lo largo de 27 países, conectando 160 destinos. Porque la compañía fue pionera en eliminar comidas y bebidas gratis, cobrar por maleta facturada, y la mayoría de las aerolíneas siguieron su ejemplo. Cuando los precios son bajos, cualquier extra se penaliza de forma contundente.
La última excentricidad ha consistido en no permitir embarcar a embarazadas sin un informe en inglés de su tocólogo.
Concretamente, la compañía recoge que "Ryanair restringe los viajes más allá de la semana 36 en embarazos típicos, y para los embarazos de gemelos, trillizos, etc, más allá de la semana 32". "Una vez su embarazo ha entrado en la semana 28, le pedimos que traiga un informe (en inglés) de su médico o comadrona por el que se confirma que su embarazo no presenta complicaciones, la fecha probable del parto y que se encuentra en buen estado y en buenas condiciones para volar".
Escándalos que se desinflaron
La ley por montera
FACUA-Consumidores en acción, un colectivo muy beligerante con la aerolínea contra la que ha interpuesto varias denuncias, advierte a las afectadas de que tienen derecho a reclamar las compensaciones económicas que fija la normativa europea para cancelaciones o grandes retrasos. "El problema es que parece que Ryanair tiene su propia ley al margen de las normativa aérea española", explica el portavoz de Facua, Rubén Sánchez.
Eso es pecata minuta. Porque la compañía es capaz de dejar en tierra a cien pasajeros por un conflicto con el volumen de una maleta y después subir un vídeo a YouTube vacilándoles. Ocurrió el pasado mes de febrero en Lanzarote con un amplio grupo de jóvenes belgas. O puede crear un escándalo monumental, como el que originó en 2009 por anunciar que cobraría por usar los lavabos en sus aviones, para luego explicar que solo pensaba suprimir dos de ellos para colocar seis asientos más. También puede revolucionar todos los estándares de la aviación y descolgarse con la idea de prescindir de uno de los dos pilotos de las cabinas de sus Boeing 737-800, para luego quedarse tan frescos.
Otra de las perlas de la compañía que preside Michael O'Leary se destapó el año pasado cuando publicitó que crearía vuelos libres de niños. Al parecer había realizado una encuesta a 1.000 pasajeros europeos que concluía que la mitad de ellos pagaría tarifas más altas para evitar volar con los niños de otras personas. Según argumentó la compañía, la encuesta mostraba que un tercio de los pasajeros había realizado vuelos desagradables por los molestos ruidos de los niños. El responsable de comunicación de Ryanair, Stephen McNamara, explicó que "cuando se trata de niños, a todos nos gustan los nuestros, pero está claro que preferiríamos evitar a los pequeños monstruos de otras personas cuando se viaja".
En el punto de mira de facua
"Ryanair se ríe de los usuarios"
Otra de sus grandes meteduras de pata fue no aceptar el libro de familia porque pretendía que la gente presentase un pasaporte. El pasado julio, FACUA alertó que Ryanair estaba cometiendo otra práctica ilegal, vulnerando con ello el Plan Nacional de Seguridad Aérea y la agencia estatal consideró "injustificada" la denegación de embarque. Y es que FACUA tiene a Ryanair en su punto de mira. De hecho, la aerolínea presentó una demanda argumentando que la asociación de consumidores cometía una intromisión ilegítima a su honor atentando contra su fama y causándole un grave descrédito. Un juez de Sevilla resolvió, sin embargo que no quedaba justificada la existencia de una «campaña denigratoria».
Para su portavoz, Rubén Sánchez, "Ryanair se ríe de los usuarios haciéndoles presentar las reclamaciones en inglés, no suele pagar compensaciones cuando hay cancelaciones de vuelo, cobra por facturar maleta hasta 25 euros. También cobra por abonar el billete con tarjeta de débito o de crédito cinco euros por trayecto, sigue obligando a ir con la tarjeta de embarque impresa y suma y sigue...".
Pero O'Leary saca pecho. "Ryanair es un regalo para AENA", sentenció O'Leary esta semana, ante los datos que muestran que Ryanair ha incrementado el flujo de sus pasajeros en un 28%, mientras que Iberia lo ha reducido en un 14%.