Fráncfort. La capa de hielo en el Ártico se ha reducido a un nivel mínimo histórico debido al calentamiento global ocasionado por el ser humano, según se desprende de las mediciones de los satélites de observación de la Tierra.

La Agencia Espacial Europea (ESA) informó ayer de que en "los últimos cinco años se ha observado la extensión de hielo más baja desde que comenzó la medición con satélites en los años setenta".

Los satélites de observación del Ártico han sido testigos de la reducción a la mitad de la extensión de hielo a finales del verano, desde unos 8 millones de kilómetros cuadrados a comienzos de la década de 1980 hasta el mínimo histórico de 4 millones de kilómetros cuadrados en 2007.

Los satélites que observan la Tierra permiten medir la cantidad de hielo en áreas inaccesibles, como el Ártico.

Este año, la extensión de hielo en el Ártico es comparable al mínimo de 2007, añadió la ESA. En este sentido, los científicos de la Universidad alemana de Bremen consideran que la extensión de hielo a comienzos de este mes de septiembre ha caído por debajo de los valores mínimos registrados hasta ahora.

Sus mapas se basan en las observaciones realizadas con un sensor de microonda de Japón desde el satélite Aqua de la NASA.

La ESA publica además una imagen del océano Glacial Ártico, formada mediante varias fotos que el satélite Envisat obtuvo entre el 9 y el 11 de septiembre, en la que se pueden ver en color azul las superficies marinas en las que más de un 80% de la superficie está cubierta de hielo.

Otros investigadores, como el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de EEUU, señalan que todavía no se ha alcanzado el mínimo de 2007, pero falta muy poco.

"Parece claro que es una consecuencia del calentamiento global ocasionado por el ser humano, con repercusiones globales", dijo el investigador de la Universidad de Bremen Georg Heygster.

Este científico añadió que los efectos de esta reducción de terreno helado ha perjudicado sobremanera a los pequeños animales, algas, peces y, también a mamíferos, como los osos polares y las focas.

Además, en agosto quedaron abiertas dos importantes rutas de navegación en el océano Glacial Ártico como consecuencia del deshielo, lo que indica una reducción significativa de la capa ártica.